martes, 1 de septiembre de 2009

CURSO POLITICO 2010

Una vez acabado este tórrido y agobiante mes de Agosto, ya empieza uno a encontrarse por la calle con gente cabizbaja y adormecida que se queja de este mal verano y lo duro que resulta la vuelta al trabajo. Otros, melancólicos y cariacontecidos por no saber si durante estos primeros días de Septiembre seguirán teniendo trabajo o tendrán que ir al paro.

Si hiciéramos caso de lo que constantemente vienen repitiendo los medios de comunicación, tendríamos que pensar que buena parte de la ciudadanía se va a encontrar, próximamente, inmersa en una depresión, con taquicardias, sudores fríos, dolor de cabeza y hasta dolor en el alma, ante la sola idea de que la despidan del trabajo, que no pueda cobrafr el paro, ni tan siquiera los famosos 420 euros. Unido al temor por la llegada de la gripe y todo lo que podría llevar consigo.

Así, llegado este mes de Septiembre, son muchos los frentes abiertos para políticos y ciudadanos oriolanos: Plan General de Ordenación Urbana, Plaza de Toros, el proyecto Gran Ciudad, el estado de quiebra de muchos comercios, el paro y lo de siempre, la limpieza del río Segura, la carretera de la Costa, el Ave y, sobre todo, porque toca, la preocupación y ansiedad ciudadana por saber qué está pasando sobre la celebración del Centenario de Miguel Hernández.

Media también, el hecho irrefutable de que el año 2010 está a la vuelta de la esquina y muchos ciudadanos se están manfestando, con un pesimismo que no queremos compartir, porque los movimientos políticos y sociales que deberían generar las corrientes de opinión, no lo están haciendo.

Esa conciencia social de libertad, de independencia y del buen hacer, debería ser el santo y seña del Centenario, en lugar de confrontaciones y desacuerdos y, lo que es peor, cada uno por su lado, cuando el recuerdo de nuestro inmortal poeta debería provocar la Fuenteovejuna oriolana. Y si faltaba algo, todavía con la guerra de la propiedad intelectual que va a durar más que aquella famosa de los siete años.

La crisis actual se enconará con toda probabilidad, los criterios del equipo de gobierno y los de los grupos de la oposición son totalmente opuestos, cada vez más enquistados. Muchas cosas pendientes, proyectos inacabados por falta de dinero. La impresionante reducción de ingresos en el Ayuntamiento oriolano y una plantila, según algunos, con casi mil empleados, va a ser el caballo de batalla del nuevo ejercicio político. Algunos van a tener tanto dolor de cabeza que posiblemente crean que tienen la gripe.

Como siempre, nuestros ojos puestos en la Sanidad, en la Seguridad Ciudadana, en que nuestros niños reciban la enseñanza y educación que merecen, que algo habrá que hacer para evitar la quiebra del comercio oriolano y que Orihuela, de una vez para siempre, esté límpia. No entendemos que con contratas multimillonarias, la ciudad siga sucia. O no se límpia debidamente, o los oriolanos somos unos cochinos, o ambas cosas. Qué pena.

Las puesta en escena que se va a desarrollar este próximo otoño, obliga a políticos y ciudadanos a demostrar que lo importante sea Orihuela y su municipio, recordando que ha llegado el momento de apretarse el cinturón......pero ¡ ojo !: TODOS.

Aparte de la frivolidad de que dentro de unos días se van a reunir varias decenas de mujeres en bikini en la Costa oriolana, lo peor que nos podría pasar es que no fuéramos capaces de decirle al mundo entero que Miguel Hernández nació ne Orihuela.