sábado, 31 de diciembre de 2011

RUINA POLÍTICA,2011

Cada fin de año es la época en la que se hace balance del camino recorrido, pero también, para buscar nuevos caminos que impulsen el progreso y el bienestar social de Orihuela y su municipio. No es fácil resumir en poco espacio todo lo que podría contarles sobre múltiples y hasta lamentables acontecimientos, en que se ha visto nuestro pueblo en este año que acaba.

Tal vez no sea la mejor fecha, por aquello de las fiestas navideñas, para hurgar en el desconcierto que el nuevo tripartito municipal está produciendo en la ciudadanía que, en algunos casos, afectan al prestigio y buen nombre de Orihuela. Unos dicen y hacen una cosa y otros, lo contrario.

No llevaría mucho tiempo analizar determinados comportamientos de algunos munícipes, y sobre todo, los que no cumplen sus compromisos. Unido al desmesurado protagonismo y a la inexplicable confrontación que, un día y otro también, manifiestan públicamente. Es evidente, que mientras se pelea no se gobierna. ¿ Sr. alcalde recuerda usted lo del bocadillo ?. Pues, eso.

Me hubiera gustado poder decir que se habría conseguido dar un gran impulso a los muchos asuntos pendientes, pero resulta difícil dirigir una orquesta cuando algunos músicos tocan lo que quieren y cuando quieren.

Habiendo transcurrido varios meses desde el inicio de la legislatura, es lamentable que todavía sigan siendo los plenos un despropósito de buenas maneras, e incluso, de buena educación. La continua puesta en marcha del ventilador de las miserias políticas entre equipo de gobierno y oposición es una vergüenza para la mayoría de los ciudadanos.

Se puede discutir, discrepar, no estar de acuerdo en nada, pero de eso, a los insultos, acusaciones de tipo personal y familiares, descalificaciones y un todo por el todo de la malidicencia y el peor estilo democrático, creo, que los votantes no les han puesto ahí para eso. Con lo que está cayendo y lo que se nos viene encima, no estamos, aunque sí, para pensar en las faltas de ortografía

Estos enfrentamiento deberían servir como toque de atención y alerta a los partidos políticos que componen el Consistorio oriolano. La ciudadanía, de verdad, está cansada, Tiene la necesidad de ilusionarse, de creer con esperanza que gobierno y oposición van a ser capaces de sacar a Orihuela del gran atasco que tiene.

Orihuela, no puede ni debe seguir perdiendo trenes de progreso, de gestión, de presencia y otras cosas más. Cada palo que aguante su vela, que para eso están ahí. Será por el bien de todos.

Por favor, no más ruina política.

Feliz Año 2012.



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