jueves, 17 de mayo de 2012

BATALLA EN LA ESQUINA DEL PAVO

Los incesantes y lamentables acontecimientos que se vienen dando en el Ayuntamiento oriolano, para vergüenza de muchos, me recordaba una interesante obra literaria titulada " El Patio ", en la que desarrollaba las vivencias, en primera persona, de un patio de una casa-palacio que durante más de tres siglos había dado cobijo a varias generaciones de una destacada familia, así como a sus multitudinarios y variopintos visitantes. Por su argumento, narrativa y exquisitez, un auténtico éxisto.

Esta referencia viene a cuento haciendo hincapié en lo que tantas veces he escrito respecto al desastre político del Consistorio oriolano. No puedo callar, lo siento, sería renunciar a lo que muchas generaciones de oriolanos consiguieron en favor de nuestra ciudad. Acontecimientos que nos debería servir como ejemplo, y no aceptar irremisiblemente la deriva que se nos ha ehcado encima.

Ya sé que predicar no es dar trigo. Pero qué ha sido de las promesas de la noche triunfal del Tripartito, triunfo legítimo, en la que se desbordaba alegría, satisfacción y compromiso. Después del primer abrazo, el brutal enfrentamiento por conseguir la vara de mando. A partir de ahí, codazos, zancadillas, intrigas, el reparto de competencias y el desacuerdo contínuo en la toma de decisiones, llegando a extremos increíbles.

Sería prolijo analizar lo que ha ocurrido y lo que está ocurriendo y lo que falta por ocurrir, donde la transparencia brilla por su ausencia. Habría que preguntarse muchas cosas. Entre otras: porqué se ha dado lugar al escándalo de Montepinar, donde cada día se descubre determinados comportamientos. Qué pasa con la empresa de deportes y el conflicto colectivo con los empleados.Qué pasa con las oposiciones, con la basura y con el asunto de los antiguos Juzgados.

Resulta difícil de entender que las relaciones con determinados colectivos hayan sido tan nefastas. Nos hemos " peleado " con el Patronato Provincial de Turismo, con la Diputación Provincial, con Convega, con Cruz Roja, hemos echado al concejal de la Costa y lo más sorprendente, hemos pedido que echen al concejal de Infraestructuras, hemos dudado de la eficacia de la concejala de Personal. Dos concejales muy eficientes.

La concejala de Urbanismo se harta de Montepinar, con toda la razón, y si faltaba algo, el desaguisado de los presupuestos. Con el aditivo de no poder sacarlos adelante por la pérdida de la mayoría, abocada a una cuestión de confianza.

Desde que se inició hace unos meses esta nueva legislatura, ha sido el rayo que no cesa de múltiples acusaciones, descalificaciones e incluso llegando al insulto personal entre los  grupos de gobierno y oposición. Cómo queremos los oriolanos que Orihuela progrese, si los que tienen que gestionar el municipio no han parado de pelearse. Y mientras tanto, la gente buscando comida en los contenedores.

Amable lector, escribo esta pincelada para ver si somos capaces de remover conciencias y nos da un poco de vergüenza torera al comprobar, sin forofismos, lo que está pasando en el Ayuntamiento oriolano. Ya no nos debería valer " el, y tú más....".

El rechazo y el sofoco político que Orihuela viene soportando, perdidos en nuestra rosa de los vientos y metidos en un laberinto imposible, por los lamentables acontecimientos que ya conocemos, exige un punto y aparte.

Hasta cuando va durar la batalla en el palacio de la " Esquina del Pavo ".