martes, 21 de julio de 2009

FIN DE FIESTAS....Y ALGO MÁS

Con toda brillantez han acabado las fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos. Podríamos decir que este año ha conseguido superarse así misma. Miles de personas visitaron nuestra ciudad quedando asombrados de la Retreta, Entradas Mora y Cristiana por su luz, el color, la música, el vestuario, la pólvora, el ingenio y la belleza de la mujer oriolana. Un grandísimo éxito que obliga a felicitar las Comparsas por su contribución al gran esplendor de una más arraigadas tradiciones de Orihuela.

Asimismo, habría que felicitar a las fuerzas de Orden Público, Policía Nacional y Policía Local, por su encomiable labor, todos los días hasta bien amanecido pendientes de la seguridad ciudadana, como también, felicitar a los Medios de Comunicación que tan magnífica cobertura han dado a nuestras Fiestas.

Dicho esto, y haciendo hincapié, porque así lo creo, en el gran éxito conseguido, una vez acabadas las fiestas, es el momento de hacer algunas consideraciones, por mi parte, por si pudieran tenerse en cuenta en años venideros.

El asunto del ruido se ha enquistado y lo veo de muy difícil solución. 32.000 watios y cientos de decibelios en un espacio de trescientos metros a la redonda ( cinco cuarteles o kábilas ), ha sido demasiado. El estruendo de la música enlatada ha convertido la calle en un macro-discoteca. Produce vergüenza contemplar cada mañana la cantidad de orines y vomiteras a las puertas de un edifico, cochera o comercio. Fiesta sí, pero a ver si a los vecinos de los Andenes al año que viene se les da un descanso, estoicamente, se lo han ganado.

Efectivamente, todo lo que se hace grande y extraordinario siempre estará sujeto a revisión, ya que a su compás crecen otras cosas no tan convenientes. Creo que nadie dudará que nuestras Fiestas han alcanzado un prestigio, una calidad y un empaque festero, digno de encomio, pero no es menos cierto que necesita un pequeño.... o gran reciclaje para ir mejorando.

Merecería la pena estudiar el asunto de los boatos de las Embajadas, aún siendo extraordinarios, que lo han asido, consumir casi dos horas de desfile perjudica al resto de comparsas. Por otro lado, el considerable aumento de las filadas alargan el desfile, cuatro horas y media en la Entrada Mora, parece mucho o tal vez poco, pero me remito al comentario de mucha gente.

En otro orden de cosas, muchos saben que en una determinada época la celebración de la Fiesta de la Reconquista había llegado a mínimos exagerados de participación ciudadana. El calor, la desgana, la falta de motivación y vaya usted a saber...... condujo a la feliz iniciativa de hacer partícipe a la Fiesta de Moros y Cristianos, incluída la figura de La Armengola y la posterior incorporación de El Síndico, personaje histórico de nuestra ciudad, se consiguió una extraordinaria simbiosis donde la tradición, la cultura y el sentimiento oriolano recuperando plenamente uno de los pasajes más bellos de Orihuela

No por ello, ahora que estamos llenos de éxito, se han de crear nuevos comportamientos y costrumbres que podrían ir en contra de nuestros propios principios y creencias. No puedo estar de acuerdo, de ninguna de las maneras, que quien o quienes lleven las cintas del Pájaro lo bailen.. No puedo estar de acuerdo en esa cosa de los cubos de agua y manguerazos y mucho menos, eso de M............el que no baile o que no bote. Vulgar y chabacano.

Orihuela, desde siempre, se dintinguió por su celo, por su respeto y como ha dicho más un escritor: " por el caché histórico y cultural que aplica a sus tradiciones ". O es que algunos piensan que la historia de Orihuela empieza ahora. No señores, nos viene dada desde siglos. Nuestra obligación es mantenerla y, si puede ser, mejorarla.

¡ Por favor !, no confundamos lo festivo con lo festero, ambas cosas son compatibles y necesarias, pero cada una en su lugar. Respecto a lo del Pájaro y la Casa del Festero, prometo dedicarle un comentario, creo que ha sido una broma de la Alcaldesa.

Enhorabuena a todos los que han hecho posible estas magnificas Fiestas.

martes, 7 de julio de 2009

LA RECONQUISTA Y LA ORIHUELA DE HOY

Al arribo puntual de la Fiesta de la Reconquista, cada 17 de Julio desde 1242, quizá pueda servirnos para recordar que tenemos pendiente rescatar del olvido determinados acontecimientos y comportamientos, aleccionadores para un proyecto de futuro, de una ciudad histórica y eterna como es Orihuela. Parece históricamente probado que la organización política y administrativa de Orihuela después de su conquista y capitulación, no fue un camino de rosas.

La Capitulaciones fueron muy pronto papel mojado y la integración social y la convivencia no traspasaron el recinto reservado a las bellas palabras y a los buenos deseos. Crisis políticas, conspiraciones, violencia social, expulsiones y exclusiones, protagonizaron la vida de una sociedad marcada por los signos de dominación que dejaron huellas indelebles, no sólo en la piel sino también en el alma de la ciudad.

El menosprecio a los vencidos y la exclusión de lo diferente, hasta la lectura lírica de los que ven en Orihuela una historia en la que, con materiales de derribo moral e intelectual, parece haberse fraguado el mito esencialista de la Orihuela eterna en permanente confrontación con la Orihuela existencialista e histórica.

A punto de dar comienzo la Fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos, en este año de 2009, es tiempo de acabar con el mito de la eternidad e intemporalidad de Orihuela, ninguna ciudad lo es. Nuestra férrea idea de la eternidad acaba obligándonos a rechazar el progreso, la innovación e y el cambio. Todo esencialismo es en encubridor y acaba imponiendo una huída regresiva de la realidad. Alguien dejó escrito: " Orihuela no es la de hoy, es la que pudiera y debiera ser, la que ignoro si será algún día ".

Hace tiempo que Orihuela ha dejado de ser, si es que alguna vez lo fue, grandeza y señorío. La verdad histórica es otra bien distinta. Orihuela es una sociedad con graves carencias. Guste o no, hay que reconocer que es un espacio de convivencia marcado por las dificultades, insatisfacciones y gestos de dominación.

Es un proyecto de modernización, un sueño de libertad, pluralismo y tolerancia, nunca hecho realidad. Es hora, pues, de volver al escenario de la historia. Es el turno de la Orihuela histórica. A estas alturas Orihuela merece ser mirada a la cara y en pie, como quería Bertran Russell mirar al mundo, como realmente es, con sus cosas buenas y sus cosas malas, con sus bellezas y sus fealdades y, sobre todo, con voluntad de aplicarle una eficaz y amorosa terapia de honestidad y trabajo inteligente.

La conclusión es muy simple: convertir Orihuela en una ciudad, con vida pública, con un Ayuntamiento como fundamento, referente y símbolo de unidad.. Con una sociedad global responsable y comprometida y dejar a un lado nuestras miserias en beneficio del bien común.

Todo ello, sería un excelente y esperanzador proyecto social y político para celebrar la fiesta de la Reconquista. La Orihuela histórica se habría impuesto, por fín, a la Orihuela eterna.

Con mis mejores deseos de buena convivencia, pasen unas buenas y felices fiestas de la Reconquista y de Moros y Cristianos.