miércoles, 27 de agosto de 2008

CINE DE VERANO

Recientemente me comentaba un buen amigo y muy aficionado al cine que la programación de películas en la Glorieta por parte del Ayuntamiento oriolano han constituído un gran éxito por su calidad y la buena asistencia de público, para deleite de mucha gente en estas noches de calor bajo el techo de las estrellas.

No cabe duda que este cine veraniego se convierte en un atractivo extraordinario para pasar un rato agradable tomándose un bocadillo o una empanada acompañado de una cerveza bien fría. Tengo un familiar que en cuanto acaba el bocadillo ya se quiere marchar.

Y me gusta porque soy de una generación que disfrutaba viendo una pantalla al aire libre donde fácilmente se podían mezclar el olor a galán de noche y a jazmín, excepto cuando el que estaba detrás de tí se descalzaba nada más se apagaba la luz y los mosquitos " mordían " a sangre caliente.

Recordaba aquellos cines Riacho, Cargen o el improvisado en la Plaza de Toros, de suelo de gravilla, adornados de macetas y plantas trepadoras y que se regaban al caer la tarde para que por la noche se estuviera más fresco. Y los novios intentando llevar a sus respectivas a los lugares más escondidos y ellas negándose porque no querían estar cerca de la pared por culpa del asco que les producían las lagartijas que por allí pululaban.

Aquellos tres o cuatro descansos, interminables, que el maquinista hacía para cambiar los rollos de la película o cuando este se equivocaba de rollo y al darse cuenta los asistentes de que al argumento no iba por buen camino le gritaban ¡ estás durmiendo o estás borracho!.

Y cuando el protagonista estaba apunto de darle a ella un beso de tornillo y entonces la censura se comía la escena, comenzaban a patalear y a silbar. Y aquellas sillas de anea, después fueron de madera, algunas llenas de chinches que levantaban ronchas como habas en las piernas de los que llevábamos pantalón corto. Y cuando aquella parte de la película que el galán de turno tocorreaba a la protagonista, alguien gritaba ¡ Paco, aprende p`a cuando estés con la criada !.

Y aquella cantina donde te vendían cartuchos de pipas, chufas, " tramusos " y avellanas y algún membrillo que otro que al segundo bocado a punto de atragantarte tenías que recurrir al trago de agua mediante un botijo más oscuro que los orígenes del mundo: " a real la panchá " Y muchas cosas más que están en mi mente y que me convierten en un recalcitrante nostálgico.

Cuando ya estaba a punto de terminar la película, todavía seguía el enfado del niño con su madre porque ésta no había querido comprarle un helado. Otra espectadora juraba y perjuraba que no se sentaría jamás detrás de semejante cabezón, mientras sus vecinos ya se habían comido tres bolsas de pipas.

Con una sonora pitada al maquinista por el descontrol y el enturbiamiento de la imagen y un generoso aplauso a la película, terminaban las sesiones de cine de verano.

Así pues, hasta el próximo año.

jueves, 14 de agosto de 2008

DOLOR COFRADE

Era el anochecer del pasado lunes cuando Dios quiso llevar ante su presencia a nuestro querido y entrañable amigo Ramón Hernández Abadía, presidente de la Real Archicofradía de El Pilar y Real Cofradía de El Lavatorio. Quizás así lo dispuso el Cristo de El Lavatorio porque nuestro llorado amigo Ramón se puso en sus manos, amó a Dios, al prójimo, a su familia y a todos cuantos tuvimos la suerte de convivir junto a él.

En la calurosísima tarde de ayer, martes, tarde meláncólica, la iglesia Convento de la Visitación de las Reales Salesas, abarrotada, albergaba a cientos de almas, orando, musitando una plegaria, evocando mil recuerdos. La Orihuela cofrade y multitud de amigos embargados de emoción, rubricaban una jornada difícil de olvidar, despedían a una de las personas que más y mejor habían trabajado durante muchos años en el difícil menester de proclamar y proyectar a los cuatro vientos la Semana Santa oriolana: Ramón Hernández.

No resulta fácil escribir en el adiós a un amigo. Quedará en el perfil de su vida como hitos señeros, en un orden de cosas, su marcada personalidad, jamás se dejó vencer por el desánimo ni por el cansancio, absolutamente desinteresado. Sería imposible relatar su trayectoria en el mundo cofrade oriolano.

Fuiste capaz de ser el nexo de unión de decisiones importantes, creaste el tercio de Nuestra Señora de la Esperanza, que tanto fervor produce en Orihuela, una bellísima imagen junto a un extraordinario trono acompañada de devotos costaleros.

El Hermanamiento de nuestra cofradía con la Hermandad de Nuestra Señora de la Esperanza de Triana, en Sevilla, gran acontecimiento en la Parroquia de Santa Ana en presencia del Cardenal Amigo y una importante representación de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa Sevillana, con reciprocidad en Orihuela, en el Colegio de Santo Domingo.

Asimismo, nunca olvidaste fomentar la cultura y el cariño a nuestra cofradía de tantos niños oriolanos, artífice del Premio Turismo y la distinción de Caballero de San Antón a nuestro querido Museo de Semana Santa. Después de más treinta y cinco años junto a tí compartiendo responsabilidades en nuestra entrañable Cofradía de El Lavatorio, de tu mano, accedí a la presidencia de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de la Semana Santa de Orihuela, fuiste mi consejero y amigo y gran parte de los logros conseguidos fueron, también, gracias a tu sacrificado esfuerzo.

Amigo Ramón, has sido un ejemplo de entusiasmo, humanidad y generosidad y hombría de bien. Hoy, parafraseando a nuestro inmortal poeta Miguel Hernández, de diría: ".....se me ha muerto como el rayo Ramón Hernández, con quien tanto quería...". Sé que siempre se dicen estas cosas de los que como tú, nos han dejado. Pdero como dijo un filósofo: " Hacer bien el bien ". Y eso, tú lo hiciste, ¡ vaya si lo hiciste !, ¡ lo hiciste como nadie !.

Amigo Ramón, bien se yo que esa fe que tantas veces utilizaste por amor a nuestra Semana Santa me sirve de grato recuerdo y de envoltorio de resignación cristiana, que únicamente se entiende desde el más profundo sentido de la amistad. Sé que serás gratamente recordado por mucha gente. Siempre es bueno llorar lo que se ha querido.

Amiga Teresa, su esposa, no estás sola ya que el amor insustituible de tus familiares te acompañan, de sus amigos... y mi gran afecto, junto al de mi familia, que es insignificante, es como el grano de arena que simboliza a todos los que gracias a su infatigable labor nos enseñó, como algo que debe perdurar, a querer y a amar a nuestro Lavatorio. Algo que siempre deberemos tener en cuenta. Méritos que conseguiste nacido de tu inagotable amor a tu tierra. Eso es algo. Algo que justifica una vida.

Amigo Ramón, con mi gratitud y admiración, Dios te lo pague.
Descanse en Paz.

viernes, 1 de agosto de 2008

SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD

En este caluroso primer día agosteño desde la distancia, frente al mar, se me perdía la vista hasta el infinito y entre cabezada y cabezada, trataba de repasar los últimos acontecimientos de la vida local oriolana, llegando a conclusiones tan dispares como el pesimismo y la confianza, no diré optimismo, no me gusta, sobre una ciudad como la nuestra.

Rica por su diversidad histórica y patrimonial y, a la vez, en ocasiones, caduca y trasnochada que, desde mi punto de vista, necesita un remover de conciencias, un generoso mirar hacia adelante y dejar por siempre desmesurados afanes que tantos quebraderos de cabeza nos trae.

Es cierto que la situación económica y social del momento dificulta la realización de muchos proyectos, pero, no es menos cierto que todos, aparentemente, no están por la labor. Mientras se discute y se discrepa no puede haber eficacia. No voy a dudar ni un solo momento de los buenos deseos de todos los que componen el Consistorio oriolano, ni de las fuerzas vivas, llámense entidades, organismos, asociaciones o cualquier otro colectivo.

Pero, sí es necesario, en estos momentos de apreturas, un orden de prioridades, todos los asuntos no son iguales, así como intervenciones claras y rotundas cuando correspondan, soterramiento de las vias del ferrocarril, el río, Plan General de Ordenación Urbana, una pedagogía sobre el territorio, proyectos de influencia turística y comercial, por decir algunos, que serán los que determinen la Orihuela de un futuro muy cercano. Jamás deberíamos permitir que no soterren las vías del ferrocarril. Las trincheras para las guerras. Nuevas generaciones de oriolanos no nos lo perdonarían.

Podría parecer un disparate por mi parte si desde estas líneas proclamara una Fuenteovejuna oriolana. El reto es importante y un nuevo desafío para Orihuela tiene que emerger del interés y el esfuerzo de todos, con un entorno de complejidad, dinamismo, diversidad, incertidumbre y riesgo. Frente a propuestas definitivas o dogmáticas para los que tienen que tomar decisiones públicas, debe advertirse del peligro de caer en el conformismo o en la comodidad ante el compromiso.

La valentía, la innovación y la estretegia además de los principios que deben regir la gestión pública y privada, serán siempre buenos indicadores para la evaluación de las acciones de gobierno en todos los casos que afecten a Orihuela.

Muchos de esos acontecimientos locales me hacen recordar las lecciones magistrales que impartía mi profesor de Filosofía Política, el extraordinario Luis Cruz, cuando decía: " que el estado natural de los hombres se halla por naturaleza en un estado de perfecta libertad e igualdad, en el que todo poder o jurisdicción son recíprocos, donde nadie disfruta en mayor medida que los demás. Gobernantes como gobernados. Lo político se piensa desde el poder. El hombre es un ser que se mueve racionalmente por sus intereses. Cuando este hombre entra en contacto con otros hombres surge el enfrentamiento. Por lo que procurarán que sus decisiones sean aceptadas por consentimiento común, como norma de lo bueno y de lo malo, garantizando el bien de los demás ".

Insistía, el profesor Cruz, en que: " el individuo en la medida que quiere conseguir un fin debería darse cuenta que el mejor camino es aceptando las reglas y sus regulaciones. Esta racionalidad es, en definitiva, la que regula en las sociedades modernas ".

¿ Será por el sentido de la responsabilidad ?.