viernes, 1 de agosto de 2008

SENTIDO DE LA RESPONSABILIDAD

En este caluroso primer día agosteño desde la distancia, frente al mar, se me perdía la vista hasta el infinito y entre cabezada y cabezada, trataba de repasar los últimos acontecimientos de la vida local oriolana, llegando a conclusiones tan dispares como el pesimismo y la confianza, no diré optimismo, no me gusta, sobre una ciudad como la nuestra.

Rica por su diversidad histórica y patrimonial y, a la vez, en ocasiones, caduca y trasnochada que, desde mi punto de vista, necesita un remover de conciencias, un generoso mirar hacia adelante y dejar por siempre desmesurados afanes que tantos quebraderos de cabeza nos trae.

Es cierto que la situación económica y social del momento dificulta la realización de muchos proyectos, pero, no es menos cierto que todos, aparentemente, no están por la labor. Mientras se discute y se discrepa no puede haber eficacia. No voy a dudar ni un solo momento de los buenos deseos de todos los que componen el Consistorio oriolano, ni de las fuerzas vivas, llámense entidades, organismos, asociaciones o cualquier otro colectivo.

Pero, sí es necesario, en estos momentos de apreturas, un orden de prioridades, todos los asuntos no son iguales, así como intervenciones claras y rotundas cuando correspondan, soterramiento de las vias del ferrocarril, el río, Plan General de Ordenación Urbana, una pedagogía sobre el territorio, proyectos de influencia turística y comercial, por decir algunos, que serán los que determinen la Orihuela de un futuro muy cercano. Jamás deberíamos permitir que no soterren las vías del ferrocarril. Las trincheras para las guerras. Nuevas generaciones de oriolanos no nos lo perdonarían.

Podría parecer un disparate por mi parte si desde estas líneas proclamara una Fuenteovejuna oriolana. El reto es importante y un nuevo desafío para Orihuela tiene que emerger del interés y el esfuerzo de todos, con un entorno de complejidad, dinamismo, diversidad, incertidumbre y riesgo. Frente a propuestas definitivas o dogmáticas para los que tienen que tomar decisiones públicas, debe advertirse del peligro de caer en el conformismo o en la comodidad ante el compromiso.

La valentía, la innovación y la estretegia además de los principios que deben regir la gestión pública y privada, serán siempre buenos indicadores para la evaluación de las acciones de gobierno en todos los casos que afecten a Orihuela.

Muchos de esos acontecimientos locales me hacen recordar las lecciones magistrales que impartía mi profesor de Filosofía Política, el extraordinario Luis Cruz, cuando decía: " que el estado natural de los hombres se halla por naturaleza en un estado de perfecta libertad e igualdad, en el que todo poder o jurisdicción son recíprocos, donde nadie disfruta en mayor medida que los demás. Gobernantes como gobernados. Lo político se piensa desde el poder. El hombre es un ser que se mueve racionalmente por sus intereses. Cuando este hombre entra en contacto con otros hombres surge el enfrentamiento. Por lo que procurarán que sus decisiones sean aceptadas por consentimiento común, como norma de lo bueno y de lo malo, garantizando el bien de los demás ".

Insistía, el profesor Cruz, en que: " el individuo en la medida que quiere conseguir un fin debería darse cuenta que el mejor camino es aceptando las reglas y sus regulaciones. Esta racionalidad es, en definitiva, la que regula en las sociedades modernas ".

¿ Será por el sentido de la responsabilidad ?.

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