La verdad es que el asunto de la Cruz de la Muela cada vez va tomando más cuerpo y están corriendo ríos de tinta, a pesar de que esto acaba de empezar. Yo no sé si este jaleo ciudadano se debe a una táctica para distraer al personal, por aquello de la crisis, o es que cierto individuo, posiblemente en paro y necesitado de notoriedad, se le ha ocurrido armar la marimorena queriendo que se quite nuestra emblemática Cruz de la Muela. O, tal vez, porque tiene algún defecto físico que le impide mirar a las alturas. ¡ Menudo cachondeo !.
Sin entrar en datos históricos y en lo que representa La Cruz de la Muela para la cristiandad, ya lo están haciendo otros, a muy pocos oriolanos, creyentes o no, políticos o no, se les escapa que la Cruz de la Muela no es sólo un ensamblaje de hierros, es algo más: es un símbolo que representa los valores de muchas generaciones de oriolanos y la expresión sensible de un sentimiento de señas de identidad.
Forma parte de nuestra vida, cuando cada mañana muchos oriolanos alzamos la vista al verla, sentimos satisfacción plena. Muchos recordamos nuestra infancia en una ciudad pacífica, que desde hace tiempo presume de creer en la democracia y no reniega de su historia.
¿ En qué Orihuela vivimos ?. Orihuela, hoy, es una ciudad hecha así misma y llena de gentes de mentes abiertas, libres y democráticas. Entiendo que al citado individuo, y otros que piensan como él, les moleste la presencia de la Cruz de la Muela y quieran que desaparezca para siempre. Si tuviéramos más espacio se podrían decir tantas cosas por las que hay que estar molestos.
Orihuela, está hoy en carne viva con múltiples y variados problemas que reclaman a voz en grito soluciones. Una crisis brutal con gravísimas consecuencias socio-económicas que están afectando a gran parte de la ciudadanía y este " Prínicipe de la Pasa " viene con su aparente poder ( poder con jota ) a fastidiar, sobre todo, a esos ciudadanos que ya no tienen donde caerse muertos, en el umbral de la pobreza, tocándoles, como diría el escritor Pérez Reverte, los cojones, poniéndolos a pensar en la Cruz de la Muela.
Recuerdo que en tiempos de Carlos IV, se decía que este Rey siempre estaba en el alero viéndolas venir y harto de las insidias de algunos personajes se refirió al Príncipe de la Pasa y que transcribo parafraseándolo:
" Se fué de Orihuela
y medró ¡ Quién lo dijera !
en las alforjas llevaría
ambición e hipocresía
y además por su rencor y ambición
a Orihuela traicionó ".
Así pues, confiemos en la justicia, que esperamos sea justa, porque los derechos fundamentales son para todos.
¡ Caramba con el Príncipe de la Pasa !.
jueves, 4 de marzo de 2010
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