miércoles, 28 de julio de 2010

LOS SEÑORES DEL DINERO .... Y LA CORRUPCIÓN

Cierto es, que la corrupción es un síntoma que nos invade a pasos agigantados y está afectando a toda la sociedad mundial. Lo sorprendente es que no tiene visos de acabar. Todos nos indignamos frente a los altos niveles de corrupción política, pero también existen aquellos que tratan de obtener siempre ventajas ilegales, los sistemas evasores y defraudadores al fisco, los empresarios que corrompen a los políticos corruptos y aquellos ciudadanos que viven entre lujos suntuosos, con aparentes ingresos limitados, sin explicar el origen de su nueva riqueza.

Mi profesor de Ciencia Política, el Catedrático José M. Canales Allende, de la Universidad de Alicante, siempre me recomendaba que leyera los trabajos de los grandes analistas del pensamiento y comportamiento político, y en esa dinámica, no hace mucho tiempo, leí un magnifico artículo del extraordinario Ignacio Ramonet titulado: " Los nuevos dueños del mundo " en el que explicaba la existencia de una nueva especie denominada, los señores del dinero.

Asimismo, la profesora Bárbara Barris White, de la Universidad de Oxford, decía que: " la corrupción no se reduce al soborno, sino que se extiende a la evasión fiscal, a la explotación laboral y la distorsión ética y moral que debe regir una sociedad ".

La sociedad se encuentra la borde del colapso al haber entrado en un proceso de tanto deterioro que, incluso, puede dar lugar a la creación de verdaderas mafias que usan sus propios métodos para mantener su situación de privilegio. Una vez enquistadas son muy difíciles de extirpar. En opinión de diversos autores, la corrupción política dice fundamentalmente más de la inmoralidad de los políticos que del uso del poder. Realmente, la gran aliada de la corrupción es la impunidad.

Habría que decir también, si los políticos tienen " deberes morales " para hacerse acreedores del voto que los ciudadanos le han depositado. La sociedad exige que los políticos sean no solamente legales, sino también morales. Nos hemos familiarizado tanto con los casos de corrupción, que ya algunos, piden que este o aquel político imputado, o incluso, condenado pueda ser incluído en nuevas listas electorales. Y eso pasa, entre otras cosas, porque la ciudadanía no tiene asumida la llamada " tolerancia cero".

No me cansaré de decir que el presunto delito tiene la vía penal, pero no olvidemos la vía moral. No es de recibo mezclar una cosa y otra., obviando en muchas ocasiones la autocrítica de hechos tan contundentes que no tendrían la sentencia penal pero sí, la condena moral.

Hoy, los militantes, la mayoría " forofos ", incapaces de pensar en lo que está pasando a su alrededor que, en muchos casos está afectando a su bienestar social y calidad de vida. Poco o nada pueden hacer, ya que el esquema de Partido se lo impide, más allá de discrepar y dar voces, sin que te hagan caso o te tomen por utópico y contrario al sistema. Pero sí tienen algo fundamental es su derecho a voto. Sin duda son tiempos complicados y, para algunos, difíciles de entender.

Algunos se preguntan: ¿ Se podría acabar con la corrupción ?. El problema para la eliminación de la corrupción es que tiene facetas culturales imposibles de modificar con una Ley. El Estado deberá trabajar valiéndose de una clara y decidida acción coordinada con los Órganos de Control del Estado y el Poder judicial, partiendo además, de una modificación de la Ley de Partidos y la Ley electoral. Max Weber, distinguía entre una ética de la convicción y una ética de la responsabilidad.

La corrupción generalizada corre el riesgo de generar una sociedad inmune que le de todo igual. Pero no así, a los señores del dinero.......y la corrupción.

lunes, 12 de julio de 2010

CARNAZA Y CIRCO POLÍTICO

El desbordamiento de lo acontecido hace tan sólo unos días, con el cerco e intervención policial del Ayuntamiento de Orihuela y la detención de tres concejales, puestos en libertad posteriormente, han convertido a nuestra ciudad, una vez más, en noticia de primera plana en todos los medios de comunicación locales, provinciales y nacionales. Al día de hoy, poco o nada se podría añadir a lo que todos y cada uno ya han dicho sobre este mal asunto, y eso, que está bajo secreto de sumario.

En sociedades reducidas como la de Orihuela, propia de una ciudad pequeña, ante la aparatosidad de la llegada de la policía al Consistorio oriolano, el consiguiente revuelo y estupor entre los empleados y el sobresalto de algún concejal, la noticia corrió como la pólvora y en pocos minutos, cientos de vecinos abarrotaron las calles próximas al Ayuntamiento, unos sorprendidos y otros que llegaban a toda prisa, pensaban que se estaba rodando una película.

Realmente, un auténtico bombazo con connotaciones políticas, que a los oriolanos nos tiene con el corazón en un puño. Ante el estruendo, y como no podía ser de otra manera, foros de discusión para todos los gustos. Juicios sumarísimos, condenatorios, aún sin saber exactamente el alcance de las presuntas implicaciones o presuntos delitos.

Otros, poniendo el grito en el cielo. Carnaza y circo a gusto del consumidor ( ver, sobre todo, medios de comunicación nacionales). Menos mal, que la alcaldesa Mónica Lorente ha dado la cara y los grupos de la oposición: PSOE, VERDES y CLR, muy acertadamente, han pedido prudencia y que dejen trabajar a la Justicia.

En casos como este y otros que ya han acontecido, en Orihuela no está resultando fácil desterrar aquella Oleza del pasado, que tan extraordinariamente describió Gabriel Miró, por el interés de mantenella y no enmendalla de unos, y por las indiferencia de otros.

Sin contar esa lacra social de auténticos trepas y distorsionadores que por su propia subsistencia serían capaces de vender su alma al diablo y, que en ocasiones tan complicadas y lamentables como las que nos ocupan, se dedican a adular las actitudes de unos y otros, para posteriormente, no dejar títere con cabeza que, innegablemente, ha creado una situación de locura política ciudadana. De ahí, el gran confusionismo ciudadano.

Lógicamente, al estar este mal asunto bajo secreto de sumario, todo son elucubraciones y cada uno campa a sus anchas. Lo cierto, es que este llamado Brugal tan dilatado en el tiempo, alguna vez le llegará su final, un referente dañino para la imagen de Orihuela que deseamos desaparezca cuanto antes. Por esta y otras razones, la ciudadanía reclama que la justicia acelere su procedimiento para evitar el desasosiego que, un dia sí y otro también, sienten los oriolanos.

Vivimos tiempos débiles, donde la mediocridad suele ser la antorcha de intereses poíticos o económicos. Las gentes sencillas y de bien, van por el mundo de buena fe, y no quieren vivir con la constante amenaza de asuntos judiciales para su pueblo, que se hacen eternos. Mejor sería aquello de: " Los malos tragos, cuanto antes mejor ".

Así pues, confiemos que pronto sea la justicia quien aclare estos penosos acontecimientos, para que Orihuela sea capaz de recuperar la buena imagen que desde siempre ha tenido.

Más nos vale.

sábado, 3 de julio de 2010

RESENTIMIENTOS POLÍTICOS

Cuando la mayoría de la sociedad oriolana se coloca al margen de los acontecimientos políticos que, día a día, se vienen sucediendo, alegando desconocimiento o falta de interés, el resultado se enmarca en un panorama, a veces, de exagerado desasosiego o pecando de insensibilidad y escepticismo.

Enumear todo lo que ocurre en Orihuela sería imposible pero, algunas cosa habría que destacar:
las continuas desavenencias en el seno de la Corporación Municipal, gobierno y oposición, una relación imposible, por asuntos del legado y centenario de Miguel Hernández, memoria histórica, presupuestos municipales, la Cruz de la Muela, la recuperación del Castillo en la Sierra de San Miguel, la Universidad y sus titulaciones y así..... un sinfín de cosas.

Y por otro lado, cosas mundanas, propias, que también forman parte de la vida del municipio oriolano. Unas con buenas intenciones y otras no tanto. No sé si ustedes se habrán dado cuenta que quién o quiénes promueven estos comportamientos, además de fomentar enfrentamientos, entran en situaciones absurdas. Si buscáramos la genealogía de ellos, quedaría claro que en unos existe un fondo de competitividad, pero en otros, un gran fondo de resentimiento, sino verán:

En una ciudad pequeña como Orihuela, habría que preguntarse porqué cuando se pone en marcha una idea o una iniciativa, inmediatamente, le sale el par. Por ejemplo, dos Asociaciones de Comerciantes, dos Grupos de La Pasión, en un tiempo, dos Bandas de Música, dos Peñas Taurinas, dos Asociaciones de Taxis.

Y ahora, al parecer, recientemente, me falta confirmarlo, dos Comparsas de Moros Beduinos, así como otra posible Junta Central de Moros y Cristianos y la propuesta de crear otra, para que sean dos Fundaciones Miguel Hernández y, como extraordinaria novedad, este año, dos Sindico/as.

No es que es que el asociacionismo no pueda ser plural y diverso, pero no podremos negar la carga de resentimiento y revanchismo en algunos casos. Con el falso orgullo, en ocasiones, podemos hallar la mala conciencia cuando se intenta pervertir lo que sería noable en la normalidad, pero no, cuando se intenta justificar lo injustificable.

Me gustaría pensar en cosas positivas, decir que la vida ciudadana en Orihuela, es un portento de satisfacciones, ya sé que es una utopía, que la vida en sí, es lo mejor. Pero, aún considerando que siempre hay cosas peores, cuando salgo a la calle o me doy una vuelta a los puentes o a cualquier barrio y hablo con la gente, se me cae el cielo encima. Que gran diferencia de lo que dice la gente a lo que dicen los políticos.

Pienso en los parados, en la pobreza vergonzante de algunos, en los ancianos desasistidos y desvalidos, que en Orihuela hay mucho lamentablemente, o escucho a todos los políticos, sin excepción, hablando demagogias, y soltando mentiras por doquier, le gente se lo cree, yo también. Y mientras tanto, discutiendo inutilidades y creando cosas por duplicado que, con una o ninguna sobraba.

Es tanto el desencanto y la decepción ciudadana, que hasta que no cambien los sistemas socio-económicos y políticos, los único bienes tangibles que tenemos las personas, son los que acumulamos en nuestro cerebro y en nuestro corazón. Algo que nada ni nadie, a pesar de tanto " come-cocos ", nos pueden quitar. Cuando ellos faltan, ningún tesoro los puede sustituir.

Maquiavelo era un experto en el análisis del alma de los hombres de su tiempo, hombres que por el afán de poder, entrecruzaban crueldad, denuncias, verdad y mentira, osadía y prudencia, tacañería y desprendimiento. " Una sociedad se convierte en pueblo cuando existe un respeto de los hombres hacia los hombres ".

Que a nadie se le olvide que el vínculo político de una sociedad, son el conjunto de derechos y deberes, aunque en Orihuela, con razón o sin ella, muchas veces por resentimiento, hagamos las cosas a pares.