miércoles, 22 de septiembre de 2010

FE DE ERRATAS

DONDE DICE ACERBO CULTURAL DEBE DECIR ACERVO CULTURAL

¡ ENHORABUENA, COFRADES !

Sí, si es cierto, queridos amigos oriolanos Daniel, Monserrate y Mariano López que me llamásteis desde Barcelona, y a tí Ramón desde Granada y Leandro desde Huéscar, las noticias que os han llegado son ciertas, la Semana Santa oriolana ha sido distinguida con la declaración de Interés Turístico Internacional.

Sé que hace algún tiempo tuvísteis que abandonar Orihuela, como también sé, que lleváis la Semana Santa en lo más profundo de vuestro corazón. A vosotros y a cualquier oriolano ausente que me pueda leer, os dedico este comentario.

El pasado martes, día 21 de Septiembre de 2010, se convertirá en un día histórico para la Semana Santa de Orihuela. Su alta distinción al ser declarada de Interés Turístico Internacional viene a corroborar los méritos contraídos y a su inigualable aportación al acerbo artístico, cultural y religioso, no sólo de la provincia, ni de la comunidad sino al mundo entero.

La Semana Santa oriolana, como sabéis, santo y seña de un pueblo amable y acogedor como es Orihuela, tiene unas características muy especiales. Su historia, más de cuatro siglos. Su patrimonio artístico de incalculable valor con sus magníficas obras de Salzillo, Bussi, Galarza, Coullaut-Valera, Sánchez Lozano y tantos otros.

Su extraordinaria orfebrería, la riqueza de sus tronos, de cualificados artistas como Orrico, Bonacho, Balaguer, Gimeno y los Hnos. Martínez Vicente. Unido todo ello, a una parte musical, como el Canto de la Pasión, de músicos insignes como Ginés Pérez, Federico Rogel, Cebrián, hasta el mismísimo Francisco Grau Vegara.

Su Centuria Romana, entrañables Armaos con su Turuta y Arroz con Col, con más de cien años a sus espaldas. La inmortal obra de Nicolás de Bussi, " La Diablesa " y el esplendor de la figura del Caballero Cubierto. Un conjunto patrimonial que a Orihuela le ha hecho por méritos propios acreedora de ser declarada de Interés Turístico Internacional.

Orihuela y su Semana Santa, una trilogía de cultura, tradición y religiosidad, gracias al esfuerzo y dedicación de muchas generaciones, actualmente más de diez mil cofrades, ya era un referente turístico de hecho, pero esta alta distinción la eleva a un referente turístico de propio derecho. Que unido a sus cinco monumentos nacionales y a la diversidad de sus museos, archivos y bibliotecas, completarán la marca: " Orihuela y su Semana Santa "

Por esta razón, este nombramiento obliga a seguir trabajando y a aunar todos los esfuerzos. Orihuela a partir de ahora tiene el gran compromiso de corresponder y dar la talla por lo que ha sido distinguida su Semana Santa.

Autoridades, organismos, corporaciones y ciudadanía en general, estamos obligados a presentar una ciudad acorde con la oferta turística que se nos exige: plazas hoteleras, una ciudad limpia, ordenación del tráfico, aparcamientos, seguridad ciudadana, acompañado de nuestra mejor sonrisa como siempre hemos hecho con las visitantes que nos han llegado.

Esta distinción, como ex-presidente de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades, me llena de satisfacción y alegría. Realmente, es el reconocimiento a una extraordinaria trayectoria de muchas personas durante largo tiempo.

Por este motivo, quiero felicitar a cuantos han intervenido en el proceso de este grandísimo logro: a la Alcaldesa, Mónica Lorente, a la Concejala de Turismo, Pepa Ferrando, a la Comisión y a los especialista que prepararon el informe técnico, a la Junta Mayor y sus Cofradías, Hermandades y Mayordomías y todos los que alguna vez han hecho algo por la Semana Santa oriolana.

Finalmente, permítanme una pequeña licencia: dedicar un recuerdo de gratitud a los que representaron oficialmente la Semana Santa de Orihuela com el sacerdote D. Antonio Roda, a D. Angel García Galiano, a mi antecesor D.Emilio Bregante y, sobre todo, al actual presidente D.Eduardo Ferrández.

Y a vosotros, amigos oriolanos ausentes, con mi felicitación, un fuerte abrazo.

lunes, 6 de septiembre de 2010

NUEVO CURSO POLÍTICO

Como si se tratara de una nueva aventura, cada año, a partir de la celebración de la Festividad de nuestra Excelsa Patrona, la Vírgen de Monserrate, se producen en Orihuela, dos acontecimientos muy importantes: el inicio del curso escolar, donde nuestros niños y jóvenes se irán madurando adquiriendo conocimientos para ir por la vida y el inicio del curso político donde los responsables políticos tomarán decisiones que afectarán nuestra vida.

En este nuevo curso político, 2010/2011, curso electoralista, se presenta, revuelto por la cantidad de asuntos por resolver y, sobre todo, por la compleja confección de las listas electorales, que es lo que más va a preocupar los políticos, cuando lo que debían ir preparando sus balances y dando cuenta al ciudadano si cumplieron el compromiso para lo que fueron votados.

Por mi parte, y durante los próximos meses, a través de esta tribuna, dedicaré la máxima atención al tema electoral y, por supuesto, entraré en detalle que, como siempre, en Orihuela, va a dar mucho que hablar. No cabe duda que ha llegado el momento de la reflexión seria y responsable de todos los actores políticos oriolanos.

A nadie se le escapa que ha sido, y seguirá siéndolo hasta el final, una legislatura difícil y complicada. Las continuas disputas y enfrentamientos, acusaciones, querellas, juzgados, escándalos plenarios, falta de respeto mutuo entre los miembros de la Corporación oriolana, que han supuesto un borrón en la buena convivencia y en la mala imagen que se ha dado de la ciudad.
Así, un municipio resulta ingobernable.

A estas alturas, posiblemente, hacer un llamamiernto a la reflexión y a la cordura sea, para algunos, una utopía y, para otros, una tontería que se me ocurre afectada por el inmeno calor de este pasado mes de Agosto. No voy a entrar, de momento, en el obligado análisis de lo que ha sido esta legislatura, lo haré. Ni tampoco, en mi apreciación personal de las posiblidades de cada partido político. Tiempo habrá.

Lo que sí tengo claro es que es hay que vivir la realidad de la Orihuela actual y dejarse, de vez en cuando, el partidimo, que pocas veces coincide con lo que espera el ciudadano. La triste realidad es que los oriolanos estamos sufriendo los coletazos de una extraordinaria falta de aprecio de lo propio. No habría más que ver cualquier sesión plenaria del Ayuntamiento. ¡ Para qué contar !.

Habrá que tirar del carro. Pero, para tirar, hay que tirar. Es evidente que quien controla la sociedad controla los resortes del poder. Así como los poderes políticos controlan el acceso a los dineros públicos.

Así pues, es el momento de los políticos, porque el éxito o el fracaso de muchos Partidos Políticos que van a participar en las próximas elecciones, va a depender en gran medida, del grado de implicación y cumplimiento que hayan tenido durante esta última legislatura y del grado de credibilidad a que se hayan hecho acreedores.