lunes, 6 de septiembre de 2010

NUEVO CURSO POLÍTICO

Como si se tratara de una nueva aventura, cada año, a partir de la celebración de la Festividad de nuestra Excelsa Patrona, la Vírgen de Monserrate, se producen en Orihuela, dos acontecimientos muy importantes: el inicio del curso escolar, donde nuestros niños y jóvenes se irán madurando adquiriendo conocimientos para ir por la vida y el inicio del curso político donde los responsables políticos tomarán decisiones que afectarán nuestra vida.

En este nuevo curso político, 2010/2011, curso electoralista, se presenta, revuelto por la cantidad de asuntos por resolver y, sobre todo, por la compleja confección de las listas electorales, que es lo que más va a preocupar los políticos, cuando lo que debían ir preparando sus balances y dando cuenta al ciudadano si cumplieron el compromiso para lo que fueron votados.

Por mi parte, y durante los próximos meses, a través de esta tribuna, dedicaré la máxima atención al tema electoral y, por supuesto, entraré en detalle que, como siempre, en Orihuela, va a dar mucho que hablar. No cabe duda que ha llegado el momento de la reflexión seria y responsable de todos los actores políticos oriolanos.

A nadie se le escapa que ha sido, y seguirá siéndolo hasta el final, una legislatura difícil y complicada. Las continuas disputas y enfrentamientos, acusaciones, querellas, juzgados, escándalos plenarios, falta de respeto mutuo entre los miembros de la Corporación oriolana, que han supuesto un borrón en la buena convivencia y en la mala imagen que se ha dado de la ciudad.
Así, un municipio resulta ingobernable.

A estas alturas, posiblemente, hacer un llamamiernto a la reflexión y a la cordura sea, para algunos, una utopía y, para otros, una tontería que se me ocurre afectada por el inmeno calor de este pasado mes de Agosto. No voy a entrar, de momento, en el obligado análisis de lo que ha sido esta legislatura, lo haré. Ni tampoco, en mi apreciación personal de las posiblidades de cada partido político. Tiempo habrá.

Lo que sí tengo claro es que es hay que vivir la realidad de la Orihuela actual y dejarse, de vez en cuando, el partidimo, que pocas veces coincide con lo que espera el ciudadano. La triste realidad es que los oriolanos estamos sufriendo los coletazos de una extraordinaria falta de aprecio de lo propio. No habría más que ver cualquier sesión plenaria del Ayuntamiento. ¡ Para qué contar !.

Habrá que tirar del carro. Pero, para tirar, hay que tirar. Es evidente que quien controla la sociedad controla los resortes del poder. Así como los poderes políticos controlan el acceso a los dineros públicos.

Así pues, es el momento de los políticos, porque el éxito o el fracaso de muchos Partidos Políticos que van a participar en las próximas elecciones, va a depender en gran medida, del grado de implicación y cumplimiento que hayan tenido durante esta última legislatura y del grado de credibilidad a que se hayan hecho acreedores.

No hay comentarios: