miércoles, 29 de octubre de 2008

¡ MÁS MADERA.......!

Aunque algunos se empeñen en decir que no estamos en crisis, la de la Vega Baja pasa todo lo imprevisible. No, no me estoy refiriendo a la crisis socio-económica, que ya sería bastante, sino a la crisis política, ética y moral de algunos personajes que desde hace tiempo entraron en la vorágine del esperpento, así como en los supuestos casos de corrupción y golfería política que tanto descrédito supone para nuestra comarca y sus instituciones, con el agravante, por si faltba algo, la economía haciendo aguas po todas partes.

No hay día en que el ciudadano no se despierte con la noticia de la acusación, imputación, e incluso, la detención de alcaldes, concejales, funcionarios y algún que otro empresario. Los últimos acontecimientos en San Fulgencio, Bigastro, entre otros, vienen a corroborar las consecuencias de una dudosa gestión política y a la aplicación desastrosa de un sistema que confunde el poder con la responsabilidad y la consecuencia, también, de muchos desaprensvos que se aprovechan de la buena voluntad y la confianza que los ciudadanos han depositado en ellos.

Aún así y todo, a raiz de la detención del alcalde de Bigastro, leer las decenas de comentarios anónimos de ciudadanos publicados en Medios de Comunicación, producen escalofríos. No cabe duda que el personal, además de indignado, anda revuelto. El fuego cruzado de insultos, improperios y otras lindezas, se podría pensar que en la Vega Baja se está viviendo la página más negra de toda su historia.

Si la Justicia consiguiera su modernización, con los medios adecuados y no hubiera tanta demora en la resolución de los casos, muchos delincuentes potenciales, por aquello del temor ajeno, no se producirían tantos escándalos que, como en el caso que nos ocupa, ahondan más en el grave problema de una comarca como la nuestra, para algunos, desacreditada y corrompida, pagando justos por pecadores.

Platón decía que la política era el arte más noble, pues tenía como misión la proclamación en el hombre de las virtudes éticas. La política decidía la educación y los valores, y las leyes determinaban los hábitos y las costumbres. La ética política constituía la primacía de las virtudes de un pueblo.

Ya sé que predicar no es dar trigo, pero, al menos decir, que los partido políticos tienen una gran responsabilidad al elegir a sus cargos electos. Habría que recomendar a más un político las clases magistrales del profesor Pinazo, de la Universidad Cardenal Herrera, basadas principalmente en la Declaración de Hannover de los líderes municipales para el siglo XXI.

" Políticos locales con visión de futuro, valientes para afrontar desafíos responsables en todas sus acciones. La distorsión económica, la degradación y los malos hábitos reducen la posibilidad de los ciudadanos. En nuestros pueblos donde las decisiones políticas se viven con cercanía como la forma más directa y próxima a los derechos de los ciudadanos, donde los principios democráticos hacen permeable el valor de la soberanía que los ciudadanos depositan en ello ".

Por estas y otras razones la vida política necesita una limpieza radical y que los políticos sean capaces de luchar para conseguir el bien común de sus ciudadanos, aplicando con justicia la ley natural, que además cobran por ello, y muy bien por cierto.

Una sociedad se convierte en un pueblo cuando existe un respeto de los hombres hacia los hombres, porque los vínculos políticos de nuestros políticos son el conjunto de sus deberes y derechos.

A la ciudadanía indignada, como dirían los Hermanos Max: ¡ más madera, esto es la guerra ".

1 comentario:

Anónimo dijo...

cuanto hablar!!, los que estan o han estado en politica han empleado su tiempo en conseguir seguir estando mas que en trabajar por el pueblo, estrategias, marrullerias, etc...
poco a poco conseguireis que no os crea ¡¡NADIE!!