viernes, 17 de abril de 2009

ESCÁNDALO Y VERGÜENZA

Pasado unos días desde la finalización de la Semana Santa y después de tantos avatares, ya no tiene objeto seguir hablando de ella, pero sí, hacer algunas puntualizaciones por varios acontecimientos que han dado para mucho.

Después del brillante inicio de las procesiones, auténtico esfuerzo y sacrificio de nuestras Cofradías y Hermandades, lo lamentable es que por la lluvia no pudiera salir a la calle la procesión del Viernes Santo. Para algunos, una suspensión precipitada y para otros, el malestar que ha supuesto que no se haya devuelto el dinero de las sillas que fueron adquiridas para presenciar la procesión de ese mismo día. ¡ Ojo !, suspendida antes de salir.

Por otra parte, no se entiende que los pasos obligatorios establecidos para el acceso de la calzada a las aceras, en caso de emergencia y necesidad de cualquier ciudadano, a pesar de estar señalado en rojo, no fueran respetados y estuvieran ocupados por sillas. No quiero entrar en lo que ocurrió en el paso, insisto, pintado en rojo, entre el antiguo Zara y el Casino. " Si quiere pasar, llame a un guardia o reclame al maestro armero ". De auténtica vergüenza.

Y si faltaba algo, para sofoco de muchos, el escándalo a las puertas del Ayuntamiento, del que ya ha corrido mucha tinta, que dio lugar a improperios, insultos y agresiones, incluido un tremendo velazo, por falta de velas. Dicho sea de paso, entregadas gratuitamente, desde tiempo inmemorial, por el Ayuntamiento oriolano. ¡ Qué bien organizaba la entrega el fallecido Atanasio !.

Un vergonzante episodio, para demérito de la buena imagen de Orihuela, una falta de respeto al significado del Caballero Cubierto y un mal ejemplo, que tristemente fue portada de muchos Medios de Comunicación. Una vergüenza colectiva que nunca debió ocurrir. Flaco favor se le ha hecho a nuestra Semana Santa cuando todos los esfuerzos pretenden, por méritos propios, conseguir su Declaración de Interés Turístico Internacional.

No es cuestión de pormenorizar, este año han pasado muchas cosas, pero si, sería necesario que tanto desde el Ayuntamiento como desde la Junta Mayor, de cara al próximo año, se hiciera un seguimiento puntual de determinadas cosas que, aún estando previstas, muchas veces, los que las tienen que ejecutar, no están a la altura.

En esta situación me hallaba, en el momento de escribir este comentario cuando recordaba como un ex - Caballero Cubierto con la objetividad que le concedía su naturaleza oriolana, aunque ausente, hacía un juicioso comentario de nuestra caracterología y, entre otras cosas, apuntaba la imperiosa necesidad de que: " debemos corregir y potenciar, desde nosotros mismos, los propios valores, dejando a un lado el ombliguismo que siempre nos distingue ".

Por lo tanto, ante los grandes retos que tiene, ante si, Orihuela: Gran Ciudad, Plan General de Ordenación Urbana, el soterramiento de las vías del ferrocarril, los miles de parados y el Centenario de Miguel Hernández, escaparate mundial, hay que ser valientes y reconocer nuestros errores y dar un giro de timón si fuera necesario. Nos guste o no, los pueblos, en este caso Orihuela, tienen la culpa de sus males; los pueblos y sus dirigentes deben tener conciencia de lo que valen.

Asimismo, recordaba una de las reflexiones de Aristóteles: "Ningún ciudadano se pertenece a sí mismo, sino todos a la ciudad, pues como ciudadanos es una parte de la ciudad y el cuidado de cada parte está orientado al cuidado de todo ". Así pues, lo ocurrido, una pena. ¡ Qué le vamos hacer ! Eso sí, exigiendo responsabilidades a quién o quiénes la tengan.

La Semana Santa y Orihuela, no se merecen este escándalo ni esta vergüenza.

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