martes, 29 de diciembre de 2009

FELIZ NOCHEVIEJA Y AÑO 2010

En este mi último comentario del año 2009, que está a punto de acabar, quiero desear una feliz Nochevieja y un venturoso año 2010 a este medio de Comunicación, Vega Baja Digital, mi agradecimiento por concederme este espacio. A mis seres queridos. A mis amigos. A todas las personas que puedan leer mis comentarios y, también, a los que se puedan considerar mis enemigos.

En el último día del año habrá que recordar aquello de: " San Silvestre deja el año y vete ". Lo normal sería preguntarnos, que ¿ Cómo termina el año ?. Pero creo que sería más oportuno hacerse eco de la inquietud ciudadana y preguntarse cómo se nos presenta el inmediato 2010. Porque, como ocurre en los últimos tiempos, siempre se dice que será un año duro y complicado.

Cualquier reflexión sobre lo que nos espera es que en el curso de este nuevo año nos enfrentamos a una serie de dificultades derivadas de las grandes viariaciones de la política, la economía y el movimiento social. La causa real de nuestros grandes problemas está en la negligencia de unos y en la indolencia e ignorancia de otros.

No no damos cuenta, o si, que nuestro tiempo se escurre entre bochornosas discusiones y chismes de esquinas. Estamos perdiendo cada metro de tierra que la providencia nos ha regalado. Cada minuto de nuestro legado histórico, zozobrando en un mar de incertidumbres. Somos, los oriolanos, un pueblo parco en espíritu y carente de unidad. Vivimos entre promesas y lluvias de irresponsabilidad.

Y me pregunto, con resignación a veces, si todo lo que está ocurriendo en Orihuela será un viaje sin retorno o el merecido castigo por no querer defender lo nuestro. ¿ Qué se nos espera en este 2010, además de una economía en quiebra que nos lleva a un pozo sin fin y el continuo y desmesurado enfrentamiento de nuestros políticos, un rayo que no cesa, que no deja ver más allá de los insultos y las ofensas.

El equipo de gobierno y la oposición en el Ayuntamiento de Orihuela, frente a frente. Tanta inquina personal nos preoduce desasosiego. Cuanto escándalo y desconcierto. Para los oriolanos, como diría el poeta Rafael de León: " Es morirse a cada paso y seguir viviendo, con una espada de punta siempre pendiente del techo ". " Un muro que nunca puede salvar el pueblo ".
Orihuela, " ofendida y humillada, tienes clavos en las manos y cuchillos en los dedos, y en la sien una corona hecha de alfileres negros ". " Tormento de mis tormentos ". " Es morirse a cada paso y seguir viviendo ".

Bueno será que Orihuela, toda, en el 2010 sea una nueva Fuenteovejuna: El Centenario de Miguel Hernández, ocasión única para demostrar al mundo entero de lo que somos capaces los oriolanos y ocasión única, también, para que los políticos municipales den respuesta a los ciudadanos para qué fueron elegidos.

Con mis mejores deseos Feliz Nochevieja y Feliz Año Nuevo.

viernes, 18 de diciembre de 2009

TARJETA NAVIDEÑA

Durante estos próximos días de Navidad no quiero contarles nada de la política, de los políticos, del caos del tráfico, de los ruidos, de la implantación de la Ora, del conflicto sobre los Andenes, de la crisis, del paro, de los que no respetan a los demás, de la insoportable prepotencia de los mediocres, de las bolsas de pobreza, de los mal educados y de las tragedias cotidianas.

Quiero tener las fiestas en paz, saludar a los amigos y a los que no lo son, si me lo permiten. Quiero tomarme una buen sopa cubierta, acompañada de un buen cocido con pelotas, una ensalada de escarola y apio, sin que falten los mantecados, almendrados y el turrón. Quiero preparales a mis nietos el árbol de Navidad y terminar el Nacimiento en el portal de Belén.

Estas fechas son preciosas, aunque tristemente no para todos, muy propias para pensar que nos falta tiempo para compartir con nuestra familia. Nos sobra soberbia, pedantería, vanidad y arrogancia. Nos falta paciencia, un poco más de humanidad, un poco más de amor al prójimo, un poco más de humor y reirnos alguna vez, y algunas arrobas de respeto a los demás. Necesitamos desconectar y relajarnos aunque tan sólo sea para aparcar los rencores.

No pensamos en la tarea de crear una Orihuela justa, como puente que una el presente con el futuro que garantice, al menos en lo posible, un bienestar común a todos. Tanto nos dedicamos a los intereses particulares y a los enfrentamientos que, a veces, nos olvidamos de lo que es la esencia de una ciudad: seres humanos. Hemos creado, sin darnos cuenta, una sociedad violenta y un mundo de furiosos. La ira nos hace salir del coche en cuando alguien toca la bocina, increpamos por lo más mínimo y no digamos si algún espabilado se salta una cola.

Estas navidades serán muy amargas para muchas personas en Orihuela. Y desde la impotencia, desde la sensación de estar frente a una tarea imposible, miro nuestra ciudad y sus luces, sus escaparates y observo decepcionado, cuando leo y escucho los medios de comunicación, como los políticos se insultan, otros por corruptos van a la cárcel, y otros hacen oídos sordos a las reivindicaciones de los ciudadanos que les pusieron en el poder político.

En fín, habrá que relajarse, tener cuidado con los excesos y los controles de alcoholemia y pensar en que la cuesta de Enero está a la vuelta de la esquina.

Con mis mejores deseos para estas fiestas, les envío la presente tarjeta navideña.

viernes, 11 de diciembre de 2009

PATRIOTISMO LOCAL

Durante estos últimos días la Concejalía de Consumo del Ayuntamiento de Orihuela anima, en una carta dirigida a los vecinos, a que no vayan a comprar fuera de la ciudad. Un mensaje de socorro lleno de patriotismo local. Aunque no quisiera pensar que la única visión del problema del comercio oriolano sea enviar una carta a los vecinos.

Orihuela, no es el único lugar que se pregunta: ¿ hasta dónde va a afectar la crisis y qué porvernir le espera al comercio oriolano ?. Es cierto que una crisis tan brutal como la que estamos viviendo afecte a nuestro comercio y, muchos más, cuando en estos últimos años de bonanza hemos estado " viéndolas venir ", sin preocuparnos, salvo excepciones, por un comercio totalmente modernizado.

Guste o no, habrá que admitir nuestra falta de planificación y dotación de infraestructuras. Se han aplicado soluciones limitativas y parcheadas, en vez de diseñar con claridad el camino a seguir. Quizá hemos practicado el conformismo y la resignación, culpándonos unos a otros, cosa muy normal en Orihuela, yendo a remolque de la necesidad diaria.

Es conocido la importante cantidad de compras que los oriolanos destinan en otras ciudades, una queja de años, pero, al parecer, nadie ha sido capaz de dar la solución a este grave problema socio-económico. O tal vez, no se ha sido capaz de analizar profundamente los motivos por los que los oriolanos compran fuera. Lo que sí es cierto que se ha dado lugar a que el oriolano haya ido perdiendo la costumbre de comprar en Orihuela. Pregúntense porque.....

Creo, sinceramente, lo he dicho y escrito muchas veces, el comercio oriolano necesita nuevos planes, nuevas estrategias, una modernización adecuada, tecnologías, nuevos sistemas de post-venta donde el comprador se sienta seguro. Nadie duda de la crisis, pero también habrá que decir que la gente sigue comprando. Porqué en Orihuela no.

Durante estas fechas previas a la Navidad Orihuela, sus calles y plazas, llenas de luz y color, se visten de fiesta, de fiesta comercial, haciendo gala de ser una ciudad comercial desde siglos: un gran centro comercial abierto ofreciendo sus mejores artículos y sus mejores precios, tratando de crear fidelidad ganándose al cliente Ese, junto a un esfuerzo común, es el argumento.

Bien está que se trate de motivar a la gente para que compre en Orihuela y recurramos al patriotismo local, pero no habrá que olvidar aquello: " A Dios rogando y con el mazo dando ".