viernes, 4 de julio de 2008

FIESTA MORISCA

Al arribo puntual de nuestra Fiesta de la Reconquista y de Moros y Cristianos, quizá pudiera servirnos para recordar y recuperar a esos antepasados nuestros, los moriscos, a quienes debemos tantos matices, tantas costumbres y tan bellas muestras del arte y la cultura. Su empeño denodado en mantener aquel viejo espíritu tolerante y desprendido en su convivencia y en el cumplimiento de las concordias y capitulaciones firmadas posteriormente, pervivieron durante más de ocho siglos en Orihuela, bien merecen un homenaje de admiración por nuestra parte.

Las páginas de nuestra historia nos presentan episodios difíciles de aceptar. Existió una Orihuela abierta que trataba de contrarrestar las tropelías de la Orihuela cerrada y negra. Aún hoy, siglo XXI, siguen existiendo demasiadas similitudes respecto a aquel tiempo.

Aquella Orihuela musulmana, recatada y señora en la adversidad que guardaba con su discreto silencio y, hasta diría conformismo, dolor en el alma cuando apreciaba el desapego o la indiferencia de los que incapaces de generar ilusión, mantenía su esperanza en el futuro y orgullosos de sentirse oriolanos, nunca renunciaron a lo más bello de la historia que día a día estaban escribiendo: sus derechos y sus tradiciones.

Evidentemente, algunos no nos reconocemos en aquellos castellanos y aragoneses viejos, nuevos pobladores de la bella Orihuela a quienes molestaba la lengua, los ritos y los trajes de los que habitaban la ciudad, de tal manera que hicieron lo imposible por quedarse con sus tierras.

Preferimos a quellos moriscos que sabían trabajar con tanta exquisitez la seda, la madera, el cuero, los sistemas de riegos de las tierras a los ilustrados que se hicieron respetar y sabían defender a su gente con extraordinaria habilidad como auqel Mahomet Aloan, Magdi Juhen, Mahomet Sarriá, Hamet Ab Encandlo, Raduán y tantos otros.

De ahí la ordenanza de fecha 29.9.1499 ( AMO, nº 199, F, 162 y 163): " para que la morería sea poblada se ordena que los moros que vengan a residir sean recibidos por vecinos, ya vengan del Vall de Elda ya vengan de otros lugares. Y como que los moros hayan suplicado no more ningún cristiano en la morería, ni pueda tener casa, se ordena que así sea y que Manuel Martí, señor de la casa de Maqueli, judío, no pueda vender ni alquilar su casa, sino a moros ".

Además, se acuerda: " que los moros que vivan continuamente en la morería con sus mujeres e hijos y que si los Justicia y Jurados encuentran algunas casas cerradas, pero retenidos por haberse ido a Elche o a otras partes sus moradores, las puedan dar a quienes vengan a poblar en ellas y se haga de ello pregón ".

Los olvidos oriolanos también incluyen el rico legado judaico en una ciudad como la nuestra, que deberíamos, tome nota la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento oriolano, soñar con ser lugar de encuentro de las culturas y conciliación. La extraordinaria cultura morisca: pergaminos, reliquias, textos y demás documentos dieron lugar a la no menos extraordinaria leyenda de La Armengola que da contenido al origen de nuestra Fiesta de La Reconquista y que cada año celebramos con más brillantez, la perfecta simbiosis entre lo antiguo y lo nuevo.

Exaltación de unos valores que en Orihuela adquiere excepcionales perfiles de creación inimitables. Es la genuina representación de una de las páginas más brillantes de unos moriscos que deberían despertar nuestra simpatía, como para ofrecerles ese rendido homenaje que Orihuela tiene pendiente desde hace siglos.

Es cierto que aquel conjunto patrimonial y humano, tan castigado por las desgracias, tan esforzado en sobrevivir y mantener el esplendor que tuvo, podríamos considerarlo como un punto de confluencia entre dos concepciones del mundo que solo el fanatismo puede considerar como opuestas y hasta irreconciliables.

Un lugar para reconocer muestra herencia morisca, lo que entre nosostros queda de mestizajes fecundos, y para recuperar huellas de su cultura, milagrosamente viviente en muchas cosas que todavía hacemos y sobre todo soñamos.

No hay comentarios: