viernes, 30 de abril de 2010

HIPOCRESÍA POLÍTICA

Menudo follón se está armando con las disputas de los Partidos Políticos, por el asunto del Juez Garzón y la Memoria Histórica, el déficit público y el estatuto de Cataluña, entre otros. Asuntos que cada día ponen el panorama más feo, abriendo heridas y despertando pretéritos rencores que la Transición democrática parecía haber resuelto.

Retroceder “ a las dos Españas “, con un retraso de setenta años, es un grave error político que ya se está viendo la crispación que está generando por la reapertura de trincheras ideológicas que a nada conducen, desautorizando una transición que hizo posible un pacto de reconciliación y pudiéramos vivir en paz, como así ha sido durante tantos años, refrendada por la Constitución del año 1978.

Un grave situación en la que los Partidos Políticos y sus mandamases deberían reflexionar, porque a esos políticos les resulta muy fácil hablar de la crisis, cobrando los sueldos que cobran. Como sigamos así, la única memoria histórica que los ciudadanos vamos a tener, va a ser el recuerdo del hambre de la postguerra, de la cartilla de racionamiento, del estraperlo y de aquel horroroso pan de maíz llamado “ minchos “

No hay más que acudir a los Medios de Comunicación, un auténtico esperpento, Sea un periódico, una emisora de radio o un programa de televisión y el circo ya está montado. Unos contra otros de una forma salvaje, sin el menor respeto y mucha mala educación. Acusaciones de corruptelas por doquier. Nadie va a la cárcel y, por supuesto, si todo es verdad, nadie devuelve el dinero, como dirían algunos, que han “ mangao “

El ciudadano de a pie, estoy seguro que, lo único que entiende es que no puede llegar a fin de mes y está harto de tanta promesa y tanta mentira. Es que no hay nadie capaz de poner fin a este desastre. Es verdad aquello de “ entre todos la mataron y ella solase murió “. En este caso, la democracia.

Cómo es posible que en Alemania, con el genocidio más grande de la historia, hayan sido capaces de superar aquellos horribles acontecimientos, conseguir la unificación de las “ dos Alemanias “ y conseguir una convivencia ciudadana digna de destacar. En España, en estos momentos, desquebrajándose las instituciones, con una economía a la deriva, y las familias al borde del precipicio, da la impresión de estar en los 30 del siglo pasado.

No mezclemos el sentimiento legítimo de dar sepultura a nuestros muertos y las reivindicaciones ciudadanas, con la agitación política. Los políticos deberían estar decididos a cerrar esta mala historia y preguntarse: para qué sirve todo esto si el país se nos viene abajo y, hasta podrían “ echarnos “ de Europa. Habría que recordarles aquello: “ La humildad es el principal sentido del gobernante “.

A la gran mayoría, nos preocupa el paro, ya casi cinco millones, el pago de la hipoteca, el recibo de la luz y el agua, los sueldos basura, el terrorismo, que nuestros hijos tengan opción a un empleo y a una vivienda digna. Y a una educación y formación que convivan en paz. Que nuestros mayores sean atendidos como se merecen y que nuestros políticos trabajen para mejorar la calidad de vida.

La auténtica Memoria Histórica, es honrar a nuestros antepasados, respetar su herencia, valorar su sufrimiento y su esfuerzo y dedicarnos a vivir en paz.

Sinceramente, he de confesar que no me gusta nada la situación que los ciudadanos estamos sufriendo.

jueves, 22 de abril de 2010

EL RABALOCHE NO SE CONFORMA

A través de los Medios de Comunicación se ha conocido la noticia, que ha corrido como la pólvora, que el próximo día 7 de Mayo la Caja de Ahorros del Mediterráneo cerrará su oficina ubicada en el populoso barrio del Rabaloche. Una triste noticia para un barrio que siempre se identificó con la extinguida Caja de Monserrate y, a través de muchos años, ya empezaba a formar parte de sus señas de identidad. Un barrio peculiar que habría que conocerlo.

Era una mañana del mes de Mayo, que extraña coincidencia, cuando hace más de medio siglo la Junta de Gobierno de la Caja de Monserrate decidió abrir una oficina en el lugar más emblemático del barrio, la Plaza de Monserrate. Seguía su proyecto de expansión en la ciudad, llegando a un vecindario necesitado, como otros, de combatir la precaria situación económica y social que en aquel tiempo predominaba.

Si bien, ese concepto de ayuda estaba basado, por las características propias del vecindario, en la concesión de pequeños préstamos y el consiguiente cobro de intereses, pocos podrían negar, en tiempos difíciles, la importante cantidad de vecinos que tuvieron la oportunidad de adquirir, cocinas, televisión, frigorífico, lavadora o la máquina de coser para trabajar en casa o la bicicleta para desplazarse al trabajo y los muebles para el casamiento de algún hijo.

Fue una época en la que los vecinos, como en este caso, del Rabaloche con gran esfuerzo y sacrificio fueron renovando sus enseres y mejorando su calidad de vida. Era un movimiento económico y social aceptado por las partes, Caja y personas, y donde la Caja, además, contribuía con su Obra Social Benéfica.

Aunque, todo hay que decirlo y poniendo una nota de humor y respetuosamente, de vez en cuando surgía aquello: “ Para sacar un préstamo en la Caja de Monserrate hay que llevar dos avalistas. Nuestro Padre Jesús y la Vírgen de Monserrate “.

Bromas aparte, aquel tiempo y las múltiples circunstancias, siempre habrían descontentos, los vecinos del Rabaloche crearon una fidelidad y un cariño que durante estos últimos días, se refleja en la protesta al cierre de la oficina.

Hoy, como antiguo empleado de la Caja de Monserrate y siendo conocedor del barrio, me siento orgulloso de la respuesta que el Rabaloche siempre le dío a la Caja, entregándole su confianza para que creciera, primero y consolidarse, después. Quiero destacar el mérito indiscutible y el impagable sacrificio de aquellos emigrantes “ Rabalocheros, algunos llegué a visitarles en Beziers, Montepellier, Arles o Nimes, con la maleta de madera, atada con una cuerda, que tanto contribuyeron a la economía de su barrio

Puedo asegurar que durante años los empleados, no podría nombrarlos a todos, que tuvimos la oportunidad de tratar a la gente del Rabaloche, participamos activamente en el compromiso y en la responsabilidad de convivir y potenciar un barrio tan emblemático y con unos valores históricos y patrimoniales, dignos de la ciudad de Orihuela.

Siendo consciente de que las políticas empresariales y estudios de mercado y en circunstancias muy especiales, las decisiones corresponden a sus responsables. Con el cierre de la Oficina de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, en el Rabaloche se extingue una buena parte del sentimiento de un barrio que muchos guardaremos en nuestra memoria.

En definitiva, una triste noticia a la que el Rabaloche. ¡ Qué le vamos hacer ¡.

martes, 20 de abril de 2010

LA MAREA POLÍTICA

LA MAREA POLÍTICA


Mucha gente que dice que en España hay democracia a pesar de los partidos políticos. Y es que con tanto despropósito, corruptelas, tragaderas, tapaderas y la desvergüenza política cada vez más generalizada, hay que ser muy romántico para seguir creyendo en un sistema de listas cerradas, donde al día siguiente de haber conseguido el escaño se olvidan de porqué y para qué fueron elegidos.

Viene todo ello a cuento, ante el bochornoso espectáculo que, día sí y otro también, estamos viviendo los españoles, por aquello de las dos Españas, donde la transición ha servido poco y nada, sin tener en cuenta el grandísimo esfuerzo que hicieron unos y otros por conseguir una paz duradera y, que ahora, al parecer tiemblan sus cimientos.

Es innegable que ya no se hacer política, sino que se despelleja al rival. La política se ha convertido un estercolero, no hay más que comprobar lo que nos ofrecen los Medios de Comunicación en los debates del Congreso, el Senado o cualquier estamento comunitario o municipal. No existe respeto, se insulta, se vitupera al contrario sin solución de continuidad. La controversia de las ideas ha muerto para dar paso a la batalla campal.

No tengo más remedio que referirme a la dureza dialéctica de la transición, Fraga y Carrillo, por no nombrar a otros, pero sobresalía de ella la valía de las personas y la valía de sus ideas. Aquellos liberales y aquellos socialistas que amanecían de la clandestinidad, llegaron a llevarse bien y fijaron un nuevo país, dentro de ese maremagnun de esas ideas, con proceder libre y limpio. Todos pusieron su mejor empeño por sacar del pozo a la España de la dictadura y llevarla a la modernidad.

Unos y otros lo estamos destrozando todo. Vamos derechos al desastre. Habría que preguntarse si los partidos políticos van hacia la desintegración total. Si saben cómo hay que gobernar y cómo habría que comportarse en cada momento. De cara a las próximas elecciones generales, autonómicas y locales, dudo mucho que el ciudadano consciente de lo que está pasando, con qué confianza y con qué garantías, va a dar su voto.

Si en política vale todo, de acuerdo. Pero, que nadie se queje del desdén y el poco aprecio que ya han empezado a sentir los ciudadanos por los políticos. Ocurre, que a pesar de lo que se diga, en política no vale todo. La crisis política, de la otra no hablemos, no se arregla porque hay tanto que tapar, si presuntamente existe delito ¡ a los Juzgados ¡. Basta decir que esto no se arregla de la noche a la mañana, pero es de vergüenza comprobar como los pilares de la democracia se tambalean.

Claro, que a nosotros, los de a pie, no nos queda más remedio que aguantar hasta ver si escampa esta marea política.

viernes, 9 de abril de 2010

ORIHUELA, EL RETO DE GRAN CIUDAD



Dentro del intercambio de conocimientos entre la Universidad de Alicante y las de Medellín y Antioquia ( Colombia ) que dirige el Catedrático de Ciencia Política José Manuel Canales, junto a un grupo de profesores de su departamento, se intenta implantar las llamadas Escuelas de Gobierno, destinadas a la formación de los poderes públicos, sobre todo, municipales, consistente en dar a conocer los mecanismos de funcionamiento administrativo y jurídico de un Ayuntamiento.

Tengo la suerte de poder participar en esos trabajos, para mí, muy interesantes, donde se profundiza en la necesidad de aplicar nuevas formas de gobierno de las administraciones locales que, poco a poco, irán abriendo camino hacia la normalización democrática y vertebración política de los municipios.

En el municipio oriolano, sobre todo en su zona costera, hemos asistido a un vertiginoso incremento de población, sector extranjero y emigrantes, que han ido generando cambios económicos, sociales, culturales, urbanos, medioambientales que han provocado nuevos problemas reales que exigen respuestas inteligentes e innovadoras para aplicar alternativas viables y duraderas.

Decía el profesor Javier Pinazo, Universidad de Valencia: “ Todo ello, obliga a pensar que es necesario un nuevo concepto de ciudad. Porque la ciudad moderna se define como tal, no por su tamaño, su situación o privilegio histórico, como podría ser Orihuela, sino por el compromiso de sus poderes públicos y sus ciudadanos, dirigidos a conseguir un proyecto y un desarrollo de igualdad y condiciones de vida “.

Un gobierno local, Ayuntamiento, debe contribuir con imaginación y tenacidad a consolidar los servicios ciudadanos destinados a conseguir una ciudad sostenible y saludable. Una gran ciudad lleva consigo, entre otras cosas, el que garantice la seguridad de la ciudadanía, fortaleciendo todos sus planos. Prevención y educación cívica. Desarrollo de servicios que aseguren la convivencia, que sea transitable y accesible a todos, que faciliten la movilidad de las personas y, en especial, a los afectados por cualquier discapacidad.

Una gran ciudad debe construir redes de comercio, social y económico, consiguiendo una vía eficaz de consolidar el desarrollo del derecho a la cultura, a la vivienda, a la educación, a la salud, a la información, a la protección de su vida privada, que pueda disfrutar cualquier ciudadano.. No hay que olvidar que la distorsión económica, la corrupción, la degradación política, en algunos casos, están haciendo mucho daño a los municipios.

Es la hora de realizar, con el apoyo y el consenso de los actores políticos y públicos una apuesta decidida para dar respuesta, en estos momentos de grave crisis, a una ciudadanía que demanda, en el centro de las urgencias, hechos que sean una realidad.

Me recordaba el catedrático Canales aquello de la Declaración de Hannover, los retos de las administraciones locales:

Un nuevo Estatuto de Gobierno Local.
Un Gobierno Local solvente.
Un Gobierno de proximidad.
Un Estatuto de Cargos Electos.
Modernización de la Función Pública.
Tener en cuenta que los Poderes Públicos Locales son, asimismo, órganos de Gestión e Instituciones Públicas.
Actualización y modernización tecnológica.
Teoría de la Organización aplicable del Ente Local.

En la Constitución de Atenas elaborada por Clístenes, en el año 507, AC., la ciudad se estructuraba en cien barrios y en ese espacio se realizaba la elección y el sorteo entre los ciudadanos mayores para ocupar las diferentes magistraturas. Esta idea de la política y la democracia ligadas a la participación y a la asunción de responsabilidades públicas en el ámbito limitado de la ciudad, es consustancial con el nacimiento de esta cultura de valores y nutre las ideas básicas para conseguir que Orihuela consiga el reto de ser Gran Ciudad.