miércoles, 3 de septiembre de 2008

FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE MONSERRATE

El próximo lunes dia 0cho de septiembre, un año más, se celebrará la festividad de Nuestra Señora de Monserrate, Patrona de la ciudad de Orihuela. Festividad que esperamos con expectación ya que la justificación de suprimir la centenaria feria y fiestas de agosto estaba basada en potenciar las fiestas patronales.

Me gustan las conmemoraciones, hacen que recordemos nuestra propia historia. Por esta razón, cada año deseo acudir a la cita de la festividad de nuestra Vírgen de Monserrate, santo y seña de la Orihuela mariana. Sólo hay una manera más limpia y más hermosa que la del recuerdo, ratificar una inmortalidad: la de comprobar que algo no ha muerto porque sigue formando parte de nuestra vida. Este es el caso del profundo sentimiento que los oriolanos profesamos, como diría nuestro inolvidable D. Antonio Roda, a nuestra Amantísima Vírgen de Monserrate.

Orihuela, se enorgullece de sus conmemoraciones. Son una prueba y una misma razón de la grandeza de su propia historia. Historia que de vez en cuando deberíamos repasar y comprobar qué fuimos y qué somos y cuántas cosas se nos han ido quedando por el camino. Una mirada hacia atrás, pensando en un futuro, siempre es necesaria y, mucho más en esta sociedad nuestra, cada día más a la greña, en continuos desacuerdos y con una pérdida de valores que asusta.

De ahí, la necesidad de ser fieles a nuestras tradiciones y a nuestras propias señas de identidad, transmitiéndolas a generaciones venideras como antaño lo hicieron con nosotros. Esas generaciones son las llamadas a conseguir la vieja aspiración de una Orihuela mejor, llena de progreso, solidaridad y respeto a los demás. Aunque, sinceramente hemos de reconocer, ante tantos despropósitos y tanta estupidez humana, cada día resulta más difícil.

A vosotros, niños oriolanos, os sugiero que le arrebatéis a vuestros abuelos el secreto que permanece oculto en nuestras mentes: os contarán maravillas entre las que podréis dicernir donde termina la historia para dar paso a la leyenda. Os hablarán de una Vírgen bella aparecida bajo una campana en las entrañas de la sierra.

Orihuela, ocho de Septiembre, día de fiesta, día grande. Una vez más, vestirá sus mejores galas. La ciudad aparecerá engalanada: balcones, ventanas y escaparates se adornarán para su mayor esplendor. El tañer de las campanas de la Catedral llevarán el mensaje de la festividad hasta el último rincón. Gigantes y cabezudos. Dulzaina y tamboril y flores y música.

En las vísperas se cantarán los Gozos. La imagen de la Vírgen de Monserrate será trasladada en romería hasta la Catedral para celebrar su novena, acompañada de miles de devotos, la mayor parte de ese genuino y entrañable barrio del Rabaloche que tanto adora a la Vírgen.

Se celebrará el tradicional concierto en la Plaza de El Salvador, frente a la Puerta de las Cadenas de la Catedral y frente al Palacio Episcopal, donde la Unión Lírica Orcelitana ofrecerá lo mejor de su repertorio. Antes de la Procesión, en las mesas de los oriolanos no ha de faltar la buena gastronomía autóctona, un buen arroz y marisco o pollo o pavo, da igual, una buena sandía, y si es posible, la exquisita horchata o agua de cebada, acompañado de un buen dulce de nuestra magnífica repostería conventual.

Extraordinaria procesión de exaltación mariana a la que acuden miles de hombres y mujeres impregnados de fervor dejarán patente su oriolanía y su amor a nuestra Excelsa Patrona, la Vírgen de Monserrate.

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