jueves, 27 de marzo de 2008

EXPOSICIÓN DE SALZILLO

Recientemente en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen de Orihuela, ante varios cientos de personas representando al Obispado, Ayuntamiento, colectivos sociales, culturales y religiosos, entidades y organismos locales y ciudadanía, tuvo lugar la presentación oficial de la exposición denominada " Entre dos Reinos ". Dedicada, principalmente, al gran imaginero Francisco Salzillo, con veintisiete obras, trece pertenecen a Orihuela y su duración será hasta el día dieciocho de Mayo próximo.

Orihuela, es una ciudad que revive su legado cultural, artístico e intelectual y lo proyecta con imaginación hacia el futuro, consciente de que en la cultura se encuentran las claves de su desarrollo y bienestar. Orihuela con sus cinco monumentos nacionales, pronto serán seis, colecciones pictóricas, orfebrería y una incomparable imaginería a lo que se le unen archivos y bibliotecas, palacios, palacetes y casa solariegas. Sus plazas recoletas, callejuelas laberínticas, con reminiscencias musulmanas, dentro de un Casco Antiguo inigualable y una gastronomía autóctona junto a una exquisita repostería conventual, marcan las señas de identidad de una ciudad milenaria que quiere y puede proyectarse hacia el futuro.

Antes de entrar de lleno en el contenido y significado de la exposición de " Los Salzillos ", magnífica la que se hizo en 1991, deseo, una vez más, referirme a los museos oriolanos, auténticos remansos de paz y armonía, y llamar la atención de la sociedad oriolana sobre la importancia que tienen estos centros culturales: Museos de Semana Santa, Arte Sacro, de la Catedral, La Muralla, Reconquista, Arqueológico, Miguel Hernández y el tan deseado del Palacio Episcopal que tantísimo éxito tuvo en la exposición " La Luz de las Imágenes ", inexplicablemente, cerrado todavía, que acogen el fruto abundante de toda una creación artística forjada a través de siglos.

Con las exposición de " Los Salzillos " se pone en valor una excelente iniciativa conformada por un digno muestrario del inmenso tesoro de arte e historia del gran imaginero Francisco Salzillo. Un sucinto catálogo de grandes obras que están ahí, pero, que nosotros, en muchos casos, ignoramos. Asimismo, el montaje y la presentación de la muestra, aunque en un lugar muy reducido, manifiesta claramente que Orihuela es capaz de sacar a la luz sus esplendores.

Sus extraordinarias obras: La Sagrada Familia, San Vicente Ferrer, San Luis Beltrán, Virgen del Carmen, Cristo de la Agonía, Nuestro Padre Jesús de la Caída, El Lavatorio, Ecce-Homo, San Pedro Arrepentido, Dolorosa y otras, presentan un armonioso ambiente estético, ofreciendo en magnífico atractivo quer bien merece la pena visitar.

Todo es muy positivo. Nada mejor que un reencuentro con una extraordinaria creación artística que, en estos momentos, supone un punto de atracción turística, no solamente a la simple curiosidad de sus miles de visitantes, sino para el estudio y reflexión de muchos.

Alegrémonos, pues, por este gran acontecimiento artístico y cultural exponiendo " Los Salzillos ", que a buen a seguro ha de ayudar a que todos profundicemos en los fundamentos básicos de cualquier sociedad que avanza hacia el progreso.

lunes, 24 de marzo de 2008

MISIÓN CUMPLIDA

Un año más, las Cofradías, Hermandades y Mayordomías de la Semana Santa oriolana han dado testimonio de su buen hacer y de su grandísimo esfuerzo para ofrecer al mundo entero la realidad de unos valores patrimoniales sin igual. Este año, significaba un compromiso en el que todos nos teníamos que poner de acuerdo para asumir el difícil y complicado reto de hacer méritos suficientes para que nuestra Semana Santa sea reconocida de Interés Turístico Internacional.

Siempre se ha dicho que los oriolanos, queriendo, eran capaces de cumplir las empresas más complicadas y, en esta ocasión, se ha demostrado que ha sido así. Nuestras autoridades municipales, con la alcaldesa, Mónica Lorente al frente. La Junta Mayor, Cofradías, Hermandades y Mayordomías, con sus cofrades y juntas directivas, Medios de Comunicación, Asociaciones y Colectivos representativos de la ciudad y esa cantidad tan importante de oriolanos que sin ostentar cargo alguno las han dado todas.

La presencia de Televisión Española ha sido el acicate principal cuyo resultado en sus emisiones ha sido esplendoroso, enviando hasta el último rincón del mundo las maravillas que contemplan Orihuela. La respuesta en las noches de Jueves y Viernes Santo, no se hicieron esperar. Mensajes de felicitación, al centro de producción de Televisión Española, desde Argentina, Méjico, Francia, Portugal.... y de muchísimos lugares de España.

La extraordinaria participación de todos, cada uno con su cometido, con esa especial chispa oriolana, han explicado el sentido transcendente de la realidad religiosa, cultural y artística de nuestra Semana Santa. Unido a la amabilidad y espíritu de servicio de nuestras gentes, conformando, una vez más, que Orihuela es una ciudad abierta y acogedora, dando inequívoca respuesta a los miles de visitantes que nos han favorecido con su presencia desde los lugares más lejanos.

No cabe duda que Orihuela se ha entregado sin escatimar nada, incluso, asumiendo el grandísimo compromiso que suponía alterar los horarios de algunas procesiones tan arraigadas a nuestras tradiciones y a nuestros sentimientos. Pero, creo, aún entendiendo las discrepancias, que ha merecido la pena. Ahora, sólo falta que el Ministeriode Turismo, a la vista de lo que es y supone la Semana Santa de Orihuela al conjunto patrimonial de nuestra nación, no dude en conceder el tan deseado título de Interés Turístico Internacional. Orihuela se lo merece.

Con la misión cumplida nuestra ciudad ha dejado dicho: " Venid a mí, yo soy Orihuela, la ciudad levantina que me ofrezco al mundo entero ".

lunes, 17 de marzo de 2008

EL ABUELO

Referirse al Abuelo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, es hablar del Miércoles Santo y de la mayor parte de la historia de la Semana Santa de Orihuela. Los frailes Franciscanos, allá por los años 1494 y 1498, dotaron a la Venerable Orden Tercera de una gran espiritualidad, la que con el tiempo fue transmitida al conjunto de Cofradías, Hermandades y Mayordomías oriolanas y, sobre todo, a la de su propia representación: La Mayordomía de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

El tic mágico del tiempo quiebra en un espasmo de dolor, y el corazón de los oriolanos se estremece en esa tarde de miércoles, con la presencia del Cristo de la Agonía, magnífica obra de Salzillo. La imagen Dolorosa y San Juan y la del patrón de la ciudad, Nuestro Padre Jesús Nazareno, obras del ilustre D. José Sánchez Lozano, que sustituyó a la inconmensurable imagen de Nicolás de Bussi, destruida en la guerra civil.

En ese incomparable atardecer, con su cielo azul amoratado, adornado de palmeras en torno a las " Espeñetas " y como testigo La Cruz de la Muela, todavía veremos, junlo a miles de oriolanos y visitantes, la inconfundible figura ¡ quiera Dios que nunca desaparezca !, de nuestras gentes de la huerta, vestidos con su clásica blusa negra, sombrero y bastón que durante siglos han rendido homenaje de fervor y cariño a Nuestro Nazareno.

Asimismo, el Miércoles Santo es la Orihuela de los barrios. Dos rincones universales: San Francisco y el Rabaloche, ¡ ahí es nada !, cuna de gestas, historia y leyenda. La Cofradía de la Santa Cena, fundada por los frailes Capuchinos, que da contenido al sector obrero y, a la vez, genuino y auténtico.
Aquellas inolvidables Juventudes Marianas.......

Tiempos difíciles, del pan de cebada y " minchos ", pan de máiz con aceite y pimiento molido, que hoy se enorgullecen con su Paso de la Santa Cena, trece imágenes del gran escultor Enrique Galarza y el de Nuestra Señora de los Ángeles, de García Quinto, siendo uno de los baluartes de la Semana Santa oriolana.

En esa noche mágica de miércoles se une la Real Archicofradía de El Pilar y la Real Cofradía de El Lavatorio, cuya presencia en las procesiones ya se detallan en las Actas de Juntas de la Venerable Orden Tercera, allá por el año 1691. Otras posteriores, llegando a una de 1905 que ilustra perfectamente su origen.

Extraordinaria procesión con sus Salzillos: El Lavatorio y San Pedro Arrepentido, auténticas joyas, con su peculiar y exclusiva Centuria Romana capitaneada por ese personaje tan querido como es Julio Sabuco. Junto a los atrayentes pebeteros esparciendo el incienso con su característico olor que al mezclarse con el azahar que impregna la ciudad en estas fechas se convierte en un escenario sin igual. Eso, en Orihuela, es oler a Semana Santa.

Culminará todo, con el Paso de la Virgen de la Esperanza, rostro bellísimo donde los haya, con su manto verde, corona y mantilla, y magnífica candelería que en esa noche oriolana tendrá a la luna como testigo, para regocijo de los muchos miles de personas que abarrotarán nuestras calles y plazas.

No faltará la Centuria Romana, santo y seña de una tradición de siglos, que bajo la advocación de Nuestro Padre Jesús Nazareno transmite el sentimiento popular y religioso de una Semana Santa como pocas. La Semana Santa de Orihuela. La Semana Santa del Abuelo.

miércoles, 12 de marzo de 2008

MEMORIA CIUDADANA

Pronto será Semana Santa y todos, cofrades, autoridades y ciudadanos en general, debemos prepararnos para recibir a esa multitud de personas que, año tras año, nos honran con su vivita, atraídos por una ciudad milenaria y con una Semana Santa sin igual. Gentes que guardan en su memoria, de ahí su fidelidad, recuerdos imborrables de los días vividos en una ciudad acogedora, amable y de puertas abiertas. Orihuela, también tiene su memoria.

Cuando pasamos por sus calles y plazas, por sus barrios históricos a poco que nos fijemos en sus iglesias y sus conventos,en sus monumentos, en sus palacios y casas viejas, vemos enseguida todo un gran poder de evocación. Orihuela, nuestra ciudad, es antigua y carga sobre sus hombros el peso de una vida alargada que se ha detenido en la lenta agonía de los siglos.Pero, ¿ conocemos nuestra ciudad ?. Para ofrecerla a nuestros visitantes hay que conocerla.

La pregunta está ahí, a flor de labio. Edificios singulares, Iglesias de Santas Justa y Rufina, Santiago y Catedral, Colegio de Santo Domingo y Palacios Episcopal, de Arneva, Rubalcaba, Conde de la Granja y Marqués de Rafal, entre otros, unido a sus extraordinarios museos de Semana Santa, Reconquista, Arqueológico, Miguel Hernández y Arte Sacro que da cobijo a magníficas obras pictóricas destacando " La Tentación de Santo Tomás " de Velázquez, sin olvidar la colección de Vicente López en el Convento de las Reales Salesas.Su Semana Santa con un componente de mucho valor: Salzillo, Galarza, Coullat-Valera, Seiquer, Sánchez Lozano, con la inmortal obra de Nicolás de Bussi, denominada popularmente como " La Diablesa ", orfebrería, bordados y tronos de autores de renombre. Un impresionante patrimonio artístico-religioso y con una proyección cultural y social, realmente interesante, para muchos ignorada y para cierta mayoría poco valorada.

Hoy, va cambiando el panorama. Menos mal. Conocer nuestra historia local va creando un clima adecuado. Son ya muchos jóvenes oriolanos los que buscan sus propias raíces. También, es cierto, porque ya son menos las puertas cerradas a la investigación y nos vamos dando cuenta que la historia, nuestra historia, como dormida, en los legajos esperando que alguien como el príncipe de la Bella Durmiente le de el beso hoy se levante para mostrar al mundo sus encantos.Si no nos esforzamos y dejamos de mirarnos el ombligo grande y seguimos criticándonos los unos a los otros, otras ciudades con menos historia y con menos patrimonio están en vanguardia, sinó a las pruebas me remito.

En esta querida ciudad nuestra, como decía Ganivet: " Se han cortado demasiados árboles y demasiadas ideas ". Un buen amigo mío, diría: " mucho apagavelas ".A veces nos enzarzamos en largas e inútiles polémicas y esa puede ser la causa principal de que nuestros problemas tarden tanto tiempo en resolverse.Que no piense quien esto lea que estos comentarios se basan en aquello de " cualquier tiempo pasado fue mejor ", sinó todo lo contrario, se trata de aprovechar una gran Historia y una extraordinario Patrimonio para proyectarlo hasta el último rincón del mundo. Un mundo inevitablemente globalizado.

Hoy que todo el mundo airea sus excelencias, no cabe duda que Orihuela las tiene, capaces de satisfacer al visitante más exigente y, en ello, hemos de poner nuestro mayor empeño.Una vez dejé escrito no sé dónde que Orihuela es un lugar entre el arte y la historia, laborioso y con buena gente. No permitamos aquello de: "Cuando un pueblo deja de comprender, cuando apaga las luces de su inteligencia, cuando enciende la hoguera del egoísmo........da un portazo a la era de su historia "

lunes, 10 de marzo de 2008

BAÑOS DE OLVIDO

En este día después, cuando todavía no nos ha dado tiempo ha digerir el resultado de las elecciones generales si tuviéramos que calificar el cómputo en la Vega Baja sería, para unos, sería una amarga victoria y para otros, una dulce derrota. En cualquier caso, no es mi intención entrar en valoraciones de ningún tipo. Tanto ha sido así, que al considerar que la ciudadanía ha estado más que saturada, no he llegado a escribir ni una sola letra en la pre-campaña.

Durante los días previos a la Semana Santa, siempre me vienen a la memoria determinados valores locales que constituyeron, en otros tiempos, un baluarte de convivencia entre la ciudadanía y, no es que piense, ni mucho menos, que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero sí, formaron parte del acervo gastronómico y cultural de Orihuela.

A las ciudades les pasa lo que a las personas, que de verse todos los días, de mirarse en el espejo cada mañana, no se ven las arrugas, no se ven cambiar. Creen que están, aunque mayores, igual que hace cuarenta años . Suele suceder que los tiempos modernos se lleven por delante cualquier testigo anterior. Borramos nuestra historia sin miramientos. Para qué hablar de tantos edificios singulares que han desaparecido en Orihuela.

Yo recuerdo, por ejemplo, que en mi juventud había en nuestra ciudad numerosas tascas donde todas las tardes se reunían los amigos a tomarse unos chatos de vino y picar algo, como se decía antes. Todos, o casi todos, estos establecimientos desaparecieron por varias razones, entre ellas, la televisión y el automóvil, ya no era posible mantener las tertulias. Había que ir a otros lugares o llegar pronto a casa a ver el progama televisivo de turno.

Así, llegó el ocaso de las tascas oriolanas. Recordemos las de " Juanaso ", en el callejón de Cantareros, " El Brigada ", " El Chorra ", " Los Perolicos ", " Los Claveles ", " El Farollillo Rojo ", " Lorente ", " Peñalver ", " El Túnel ", " El Chusquel " y tantas otras que sería imposible enumerar aquí.

¿ Anécdotas de tales tascas ?, muchas. Un día en el " Farollillo Rojo " se anunció en una pizarra: " ración de carne con patatas, veinticinco pesetas. El pan gratis ". Pero, eran tantos los que pedían pan para " mojar " que a los pocos días, el dueño, tuvo que cambiar el menú en la pizarra, que decía: " Pan veinticinco pesetas. Plato de carne con patatas, gratis ". Si no frena aquello, se arruina.

Mi padre me invitaba los domingos, después de misa de doce, a la reunión del " vermú " con sus amigos que acudían con sus hijos cargados de tebeos de Robeto Alcázar y Pedrín y el Guerrero del Antifaz. Se reunían en la barra del Bar Español repleta de platos de fritos que sacaban de la cocina echando humo.

Gambas con gabardina, riñones al jerez, calamares a la romana. Pero la especial ensaladilla rusa de " Paquito " sólamente la igualaba la del " Rondollo " que Lola, su mujer, la hacía exquisita. Las tapas de otras tascas eran otra cosa. Tascas con olor a serrín mojado y sardinas a la plancha. Tapas compuestas por un par de " gildas ",, una anchoa y una aceituna con hueso. Las típicas patatas hervidas o al horno con ajo. o aquellos berberechos con vinagre, que eran una delicia.

A mayor lujo, unas camarrojas o col fritas, con sardina salada y una ñora o bacalao frito con tomate o morcillas de pícaro. Y no digamos la tapa que podía considerarse de cinco tenedores: un trozo de atún cubierto con una porción de mahonesa. Y para qué contar aquellos platos de michirones, seguidos de una alcachofa en su jugo y piñones, junto a un buen plato de caracoles con picante, que la madre del " Niño Simón " preparaba como nadie. El vino tinto de " La Dehesilla " o el clarete que se tomaba con sifón o el " c`a Lorente ".

Hoy, todavía, podemos decir, que conservamos gran parte de aquella cocina autóctona gracias a establecimientos como " El Niño Simón ", " Bar Diego ", con sus ricas empanadas o el Bar " Manolé ", santo y seña de una gastronomía sin igual, al que se le une el trigo " picao ", los " tres puñaos ", arroz y costra, cocido con pelotas, arroz y garbanzos al horno....sin olvidar sus exquisitas almojábanas. Así como el " Bar Cicuta ", " Manolo " o Inma del Casablanca. Comidas que están sufriendo baños de olvido y nunca deberían de desaparecer.

viernes, 7 de marzo de 2008

SEMANA SANTA DE ORIHUELA, ¡ NO TE LA PIERDAS !

Este año Orihuela toda se halla inmersa en los preparativos para celebrar la Semana Santa. Una Semana Santa especial y extraordinaria, con un reto muy singular: ofrecer al mundo entero las particularidades íntimas de una ciudad que durante unos días se convierte en un templo viviente, lleno de arte y religiosidad popular, y una tradición que le viene de siglos, para conseguir el reconocimiento de que sea declarada de Interés Turístico Internacional.

Por esta razón ya he dedicado algunos comentarios sobre las procesiones oriolanas y, en esta ocasión, cuando mucha gente todavía está planificando su vacaciones quisiera animar a que no dejen de ver la Semana Santa de Orihuela.

Hay lugares en donde los forasteros son siempre seres extraños, ajenos a los sentires generales de la gente. Hay ciudades que ya ni para sus propios hijos guardan los recuerdos, porque han perdido el camino de las tradiciones y viven soportando la soledad de las multitudes.

Ni qué decir tiene, querido visitante, que Orihuela no es sino todo lo contrario de lo dicho. Un retablo de historias que se perpetúan, una comunidad orgullosa de leyendas, un pueblo que a pesar de todo vive junto y se mantiene en la esperanza.

Quien a Orihuela llega y quiere compartir el pan y el aire con los que nacieron a la orilla del Segura, debe saber que su misión principal es abrir el corazón y los ojos para que las emociones y hermosuras le colmen de vida. Así se obra, Orihuela es madre generosa y descubre su alma y se entrega.

Viene usted, a una ciudad Noble, Leal y Fiel, hidalga y humilde, arriscada y entrañable, sirena varada en el sueño del olvido, que se esfuerza en coger el tren del progreso, acostumbrada, en fin, a la desesperanza de un futuro que no le acaba de llegar, quizá por pensar excesivamente en su pasado.

Viene usted, a una ciudad que el adviento nazareno lo envuelve por el rito de la humildad, que es sentido, recordatorio y anuncio cierto de nuestra Semana Santa, la Semana Santa de Orihuela que, año tras año, vuelve aún sin haberse ido jamás, porque el corazón en que se lleva no conoce más calendario que el de su propio latido. Una Semana Santa que espera ser elevada al pedestal del reconocimiento oficial de " Interés Turístico Internacional ".

La fría estadística dice que la Semana Santa oriolana está compuesta por catorce Cofradías, Hermandades y Mayordomías y que en sus listas están inscritos más de quince mil cofrades. Dice también que su patrimonio es de gran valor artístico y religioso. Pero hay cosas que no explica la estadística, ni un académico estudio de escuela o cátedra, y que los oriolanos aprendimos, tal vez, por propia herencia genética cuando éramos nazarenos en el vientre de nuestra madre.

En Orihuela se nace y al punto, antes de acudir al registro civil, los padres te inscriben en la cofradía, hermandad o mayordomía del alma. En Orihuela, se estrena procesión apenas uno aprende a caminar. A veces, incluso antes, en brazos de tus padres. Luego creces, con tu varita agrupado a otros niños. Después, en la fila con tu cirio, heredando las vestas de tus hermanos mayores.

Más tarde, cuando envejeces y vas de vuelta, aún en la ida, cuando aprieta la fatiga y te llega el honor de ser nombrado Abanderado, Port-Guión, con la naturalidad de la devoción bien entendida, le hace una seña pícara a su imagen querida dándole las gracias.

Esta, creo, es una de las claves profundas para calar y recalar en la Semana Santa oriolana: la idea de unidad e identidad común en el seno de la tierra, que nos lleva a pensar que Orihuela no tendría sentido sin su Semana Santa.

Nuestra Semana Santa vive tiempos de auge y esperanza. Los nuevos aires de libertad le sientan muy bien. El pueblo, prudente y atrevido, viejo y nuevo, profundo con sus sentimientos, se entusiasma.

Querido viajero, ésta es la Semana Santa de Orihuela, ¡ No te la pierdas !.

miércoles, 5 de marzo de 2008

FOCO DE CULTURA Y COMERCIO

Si repasamos la obra del ilustre franciscano Agustín Nieto Fernández, dedicado a la investigación histórica mediante acopio de miles de documentos y notas de los diferentes archivos y bibliotecas oriolanos, comprobaremos el minucioso estudio que llevó a cabo sobre asuntos relacionados con la cultura, la economía, la política, usos y costumbres, así como la investigación de la propia idiosincrasia de Orihuela.

Pues bien, me llamó poderosamente la atención el contenido del libro " Orihuela y sus Documentos ", " Economía y Sociedad siglos XIV -XIX ", editado por el Instituto Teológico de Murcia, en el que se reflejan datos muy interesantes referentes a la agricultura, ganadería, industria y comercio, entre otros, de Orihuela.

Orihuela, en el año 1590, llegó a alcanzar una población de 12.500 habitantes. Asimismo, su municipio fue el mayor productor de trigo de la época. Ya se decía aquello: " llueva o no llueva todos los años trigo en Orihuela ". Sus industrias, manufacturas, artes y oficios fueron centro comercial de vital importancia. Fábricas de tejidos, vidrio, jabón, cera, además de industrias de naipes, tabaco, lanas y canteras de alabastro.

Todo ello, unido a un extraordinario conjunto de artistas y artesanos, músicos, tallistas, pintores, orfebres, doradores y otros. Datos que deberían servir para reflexionar y comprobar lo que fueron capaces de conseguir aquellos antepasados a favor de Orihuela. Toda una gran herencia que en muchos casos hemos malgastado. Pues, no sólo, deberíamos haber sido capaces de mantenerla sino aumentarla.

Viene todo esto a cuento, por el compromiso que el Consistorio oriolano quiere asumir para obtener el título de " Gran Ciudad ". Ya nos hemos referido a este compromiso y lo vamos a seguir haciendo. Desde mi punto de vista, Orihuela necesita una definición sobre sus comportamientos y aspiraciones cuya realidad es cada vez más tangible. Un diseño de ciudad que sepamos a dónde nos dirigimos y qué esperamos conseguir.

Un remover de conciencias, autoridades y ciudadanos, y un deseo de ser capaces de emular otros tiempos, con descaro y prudencia, con atrevimiento y seriedad y, sobre todo, con empeño y dedicación. Una gestión transparente y responsable dirigida a mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. Ya sé que son tiempos difíciles y comprometidos. Pero resulta innegable, que Orihuela cuenta con grandísimas y extraordinarias posibilidades que hay poner en valor.

Orihuela, con una buena planificación, aparcamientos, seguridad ciudadana, tráfico ordenado y zonas peatonales, unido a su patrimonio artístico y monumental, podría ser un referente de atracción muy importante para miles de visitantes.

De la zona centro a cualquier lugar, comercios, orgonanismos, entidades y cualquier otro servicio público o privado, sólamente hay cinco minutos a pie. Orihuela tiene espacios diferenciados pero no la dividen. "La vuelta a los Puentes " y adyacentes constituye un gran centro comercial abierto. Hay que dinamizar nuestro mediano y pequeño comercio, estimulando a nuestra gente.

Si en estos momentos nos diéramos un paseo por la ciudad, comprobaríamos la cantidad de comercios que han echado el cierre. Por esta razón y otras, es necesario apoyar al comercio oriolano. A nadie se le escapa que el comercio es una aventura constante de riesgo, pero se tiene que actualizar en tecnología, calidad en los productos, un precio competitivo y, sobre todo, la atención al cliente con la mejor sonrisa.

Durante estos días previos a las elecciones las ofertas políticas son innumerables y variadas, casi todas muy difíciles de cumplir. Da la impresión de que muchos están escribiendo una carta, sin respuesta, a los Reyes Magos. Pero lo que sí está claro, es que lo no hagamos los oriolanos nadie va a venir a hacerlo.

Orihuela tiene potenciales suficientes para recuperar aquel foco de cultura y comercio de antaño. Ya lo he dicho en otras ocasiones: los oriolanos cuando queremos somos capaces de todo. ¿ Porqué ahora no... ?

Así pues, "a Dios rogando y con el mazo dando "

lunes, 3 de marzo de 2008

PRIMAVERA, ARTE Y PASIÓN

Con este sugestivo mensaje el Ayuntamiento oriolano va a acometer una interesante campaña publicitaria para promocionar los valores monumentales, artísticos-religiosos, culturales y sociales, así como la gastronomía con su exquisita repostería conventual, unido a sol y playas, que forman parte de un conjunto patrimonial extraordinario.

No tengo más remedio que mostrar mi satisfacción ante esta importante iniciativa de la alcaldesa Mónica Lorente, porque llevo muchos años, perdonen la inmodestia, insistiendo en que la oferta turística oriolana era la asignatura pendiente de todos, capaz de satisfacer al visitante más exigente.

Cuantas veces hemos manifestado que nuestros museos deberían estar abiertos en horarios razonables. Cuantas veces nos hemos quejado, por ser verano, habiendo más de cuatrocientas mil personas en la zona de la costa, de aquello: " no vienen turistas porque cerramos o cerramos porque no vienen turistas " y cuantas veces hemos visto con desagrado los autobuses en la puerta del Casino del turismo colectivo que llega por la mañana no se queda a comer en Orihuela.

La iniciativa " Orihuela 2008, Primavera, Arte y Pasión " como acción inmediata está muy bien pero, como supongo, tendrá un carácter de continuidad habrá que hacer un gran esfuerzo para recibir a nuestros visitantes, aparcamientos, tráfico, limpieza urbana, restaurantes y bares......

Esta iniciativa me recuerda algunas que desde la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades de Semana Santa, con sus grandes limitaciones de medios económicos y de infraestrutura se llevaron a cabo hace algunos años, sin la menor ayuda municipal, pero sí de empresas y organimos oriolanos, como el reparto de folletos del Museo de Semana Santa, en pleno verano por las distintas playas.

El reparto de folletos con detalle de las procesiones, en los días previos, en las estaciones de ferrocarril de Murcia y Alicante, incluso en el aeropuerto de El Alted, y otras más.

Una de estas campañas dio lugar a que la Editorial Dorling Kindersley de Londres edic. libro 1993, incluyera la Semana Santa de Orihuela, con la fotografía de " La Diablesa ", santo y seña de las campañas publicitarias. ¡ Por cierto !, hace mucho tiempo que no sabemos nada de ella. ¿ Cuándo va a volver a dónde nunca debió salir ?: el Museo de Semana Santa.

A nadie se le escapa, entre otros valores, el reclamo turístico que representa nuestra Semana Mayor. Un importante sector de la economía local gira en torno a la gran afluencia de visitantes que nos llegan durante esos días.

Orihuela, es una ciudad acogedora que en los días litúrgicos de la Semana Santa seduce al visitante por su hospitalidad. La imponente magnificencia desplegadas en sus procesiones hace que quienes las presencian, comprueben el sentimiento oriolano, sumidos en un frío mortal en la oscuridad de la noche del Jueves Santo, en el entorno del Casco Antiguo, desde la iglesia de Santas Justa y Rufina al Santuario de la Virgen de Monserrate.

Calles, plazas, palacios y monumentos nacionales, lugares únicos para presenciar el paso de una Virgen o de un Cristo. ¿ Qué secreto poseen para conseguir el embeleso que subyuga el alma de los que presencian la salida del Cristo del Consuelo en la noche del Jueves Santo ?. Si es verdad que la razón está fuera de los sentidos, no hay más que verlo. Orihuela, en Semana Santa, para el visitante es un regalo.

Así pues, querido visitante, cuando veas la publicidad de " Orihuela 2008, Primavera, Arte y Pasión " ¡ no lo dudes !. Ven a Orihuela que te esperamos.