miércoles, 12 de marzo de 2008

MEMORIA CIUDADANA

Pronto será Semana Santa y todos, cofrades, autoridades y ciudadanos en general, debemos prepararnos para recibir a esa multitud de personas que, año tras año, nos honran con su vivita, atraídos por una ciudad milenaria y con una Semana Santa sin igual. Gentes que guardan en su memoria, de ahí su fidelidad, recuerdos imborrables de los días vividos en una ciudad acogedora, amable y de puertas abiertas. Orihuela, también tiene su memoria.

Cuando pasamos por sus calles y plazas, por sus barrios históricos a poco que nos fijemos en sus iglesias y sus conventos,en sus monumentos, en sus palacios y casas viejas, vemos enseguida todo un gran poder de evocación. Orihuela, nuestra ciudad, es antigua y carga sobre sus hombros el peso de una vida alargada que se ha detenido en la lenta agonía de los siglos.Pero, ¿ conocemos nuestra ciudad ?. Para ofrecerla a nuestros visitantes hay que conocerla.

La pregunta está ahí, a flor de labio. Edificios singulares, Iglesias de Santas Justa y Rufina, Santiago y Catedral, Colegio de Santo Domingo y Palacios Episcopal, de Arneva, Rubalcaba, Conde de la Granja y Marqués de Rafal, entre otros, unido a sus extraordinarios museos de Semana Santa, Reconquista, Arqueológico, Miguel Hernández y Arte Sacro que da cobijo a magníficas obras pictóricas destacando " La Tentación de Santo Tomás " de Velázquez, sin olvidar la colección de Vicente López en el Convento de las Reales Salesas.Su Semana Santa con un componente de mucho valor: Salzillo, Galarza, Coullat-Valera, Seiquer, Sánchez Lozano, con la inmortal obra de Nicolás de Bussi, denominada popularmente como " La Diablesa ", orfebrería, bordados y tronos de autores de renombre. Un impresionante patrimonio artístico-religioso y con una proyección cultural y social, realmente interesante, para muchos ignorada y para cierta mayoría poco valorada.

Hoy, va cambiando el panorama. Menos mal. Conocer nuestra historia local va creando un clima adecuado. Son ya muchos jóvenes oriolanos los que buscan sus propias raíces. También, es cierto, porque ya son menos las puertas cerradas a la investigación y nos vamos dando cuenta que la historia, nuestra historia, como dormida, en los legajos esperando que alguien como el príncipe de la Bella Durmiente le de el beso hoy se levante para mostrar al mundo sus encantos.Si no nos esforzamos y dejamos de mirarnos el ombligo grande y seguimos criticándonos los unos a los otros, otras ciudades con menos historia y con menos patrimonio están en vanguardia, sinó a las pruebas me remito.

En esta querida ciudad nuestra, como decía Ganivet: " Se han cortado demasiados árboles y demasiadas ideas ". Un buen amigo mío, diría: " mucho apagavelas ".A veces nos enzarzamos en largas e inútiles polémicas y esa puede ser la causa principal de que nuestros problemas tarden tanto tiempo en resolverse.Que no piense quien esto lea que estos comentarios se basan en aquello de " cualquier tiempo pasado fue mejor ", sinó todo lo contrario, se trata de aprovechar una gran Historia y una extraordinario Patrimonio para proyectarlo hasta el último rincón del mundo. Un mundo inevitablemente globalizado.

Hoy que todo el mundo airea sus excelencias, no cabe duda que Orihuela las tiene, capaces de satisfacer al visitante más exigente y, en ello, hemos de poner nuestro mayor empeño.Una vez dejé escrito no sé dónde que Orihuela es un lugar entre el arte y la historia, laborioso y con buena gente. No permitamos aquello de: "Cuando un pueblo deja de comprender, cuando apaga las luces de su inteligencia, cuando enciende la hoguera del egoísmo........da un portazo a la era de su historia "